Los locales ocupan la planta baja del antiguo colegio rural Moncayo con una superficie útil de 240 metros cuadrados. Contará con una zona de bar y otra sala anexa para el desarrollo de las actividades de la asociación.

El Ayuntamiento, propietario del inmueble, ha llevado a cabo la rehabilitación con diversas obras de acondicionamiento, remodelando los aseos, la cocina y el taller de trabajos. Igualmente, se ha colocado al mismo nivel que el resto de la planta la zona posterior del local dotándolo de climatización y renovando revestimientos, suelos e instalaciones de fontanería y electricidad.

Las obras han supuesto una inversión de casi 150.000 euros y han contado con la financiación de la Diputación Provincial de Zaragoza, la CAI y el Consistorio.

"Se trata de un hogar del siglo XXI para los mayores magalloneros", señaló el alcalde, Víctor Chueca. El primer edil ha recordado que "era una antigua reivindicación de la asociación de jubilados que el Ayuntamiento asumió como compromiso de gestión". "Hemos ido lo más rápido posible. Para nosotros es una satisfacción mejorar los servicios públicos y, en especial, los destinados a los mayores", añadió.