Si hay un accidente de tráfico en la N-II, el único médico y enfermero del centro de salud de Bujaraloz tienen que salir a la carretera, cerrar las instalaciones y derivar las llamadas de otras urgencias al 061. Además, en ocasiones, para evitar permanecer más tiempo fuera de las instalaciones, estos han llegado a hacer un intercambio de camillas en pleno peaje de la autopista. Son algunas de las deficiencias que desde hace tiempo sufren en el centro de salud que atiende a seis municipios de la comarca de Monegros (Bujaraloz, Peñalba, Castejón de Monegros, La Almolda, Candasnos y Valfarta).

La situación podría mejorar si el centro dispusiera de una ambulancia medicalizada. Por eso, el Ayuntamiento de Bujaraloz ha aprobado una propuesta de resolución que se llevará a los plenos de todos los municipios afectados para solicitar al Salud la dotación de una UVI móvil durante 24 horas y la planificación urgente de la zona. Además, se remitirá al departamento de Salud del Gobierno de Aragón, a todos los grupos políticos con representación en las Cortes, a los pueblos de este área de salud y a la Diputación Provincial de Huesca y Zaragoza.

La propuesta, aprobada por unanimidad en el último pleno de Bujaraloz a petición del portavoz del PP, Rolando Gracia, detalla las peculiaridades que tienen que atender estos sanitarios que trabajan en este centro, debido a los accidentes de tráfico que ocurren en las carreteras que discurren por su área de influencia. Entre estas se incluye uno de los tramos sin desdoblar más peligrosos de la N-II.

De hecho, según se detalla en la propuesta, además de las urgencias de la población a la que atienden (3.644 habitantes) se le añade que en los últimos seis años han asistido a 664 accidentes entre el kilómetro 376 y el 415 de la N-II, así como el tramo de la AP-2 (entre los kilómetros 51,5 y 95,5), además de carreteras secundarias.

Tres horas de media por salida

En el último año ha habido un descenso de accidentes (en el 2008 tuvieron que asistir a 71 -uno cada cinco días aproximadamente- frente a los 154 del 2003). Además, se detalla que la media de tiempo para atender este tipo de intervenciones es de tres horas. Y esto supone que todo este tiempo, el centro de salud permanece cerrado y un cartel en la puerta avisa de que hay que llamar al 061 para ser atendido. En ocasiones, esto ocurre en horario de consultas, por lo que estas quedan suspendidas temporalmente.

Para Purificación Barco, coordinadora del centro de salud, el cierre de puertas es "prácticamente diario", ya que cuando no tienen que atender una urgencia, deben desplazarse a un accidente u otra atención. "De un extremo a otro hay unos 35 kilómetros, aunque lo normal son distancias de unos 20", añade Barco. Esto supone trayectos de ida y vuelta de unos 40 kilómetros de media. Asegura que la UVI móvil supondría una gran mejora para el servicio.

Aunque desde el 2001, el centro de salud cuenta con un servicio de ambulancia de Soporte Vital Básico (SVB), con conductor y técnico, que tiene su sede en La Almolda. Pero este no dispone de médico, por lo que el facultativo sigue siendo indispensable en las urgencias. La UVI móvil más próxima está en Fraga o en Zaragoza y la coordinadora del centro reconoce que, en ocasiones, para acortar el tiempo que permanecen cerradas las instalaciones, han llegado a hacer intercambio de camillas en peajes o vías de servicio de la autopista.

En Bujaraloz ya fue aprobado y ayer mismo, el Ayuntamiento de La Almolda lo llevó a pleno. Todos los alcaldes consultados coincidieron en la necesidad de dotar de este servicio "cuanto antes". "Hace mucho tiempo que se insiste en que se refuerce el servicio, ya que atiende a un importante tramo de carretera", dijo la alcaldesa de La Almolda, Ángeles Labarta.