CINCO VILLAS

El fiscal pide 14 años de cárcel para un hombre acusado de violar a un menor en Ejea

El procesado niega los hechos y atribuye la agresión a otra personaLos restos biológicos revelan que hubo contacto con el chico

El acusado, ayer, en la sala del juicio en la Audiencia.
El fiscal pide 14 años de cárcel para un hombre acusado de violar a un menor en Ejea
PEDRO ETURA/HA

Tettou Mohamed, de 34 años, fue juzgado ayer en la Audiencia Provincial de Zaragoza acusado de un presunto delito de agresión sexual del que fue víctima un chico de 14 años, vecino de Ejea de los Caballeros. La fiscalía y la acusación particular, ejercida por la letrada Teresa Ladrero, solicitan para él 14 años de prisión mientras que el abogado defensor, Carlos Castillo, pide la absolución. No obstante, estas calificaciones son todavía provisionales puesto que el juicio quedó aplazado hasta principios de febrero, ya que faltaron cuatro testigos.

Los hechos ocurrieron el 5 de agosto de 2006, en las inmediaciones de la fábrica Heinz Ibérica del barrio de la Llana de Ejea. Según explicó la víctima, que entonces tenía 14 años recién cumplidos, cuando sobre las 23.00 se dirigía hacia su casa vio a tres hombres andando. Uno de ellos se separó del grupo, se acercó al chaval, le pasó una mano por el hombro y se puso a caminar a su lado.


“Yo le dije que no quería nada, pero él me tocó la pierna. Al pasar junto a unos arbustos me tiró al suelo”, explicó. Después, le obligó a masturbarle y le agredió sexualmente.


El chico contó que durante todo ese tiempo estuvo llorando y llamando a su madre y que Tettou Mohamed le tapó la boca. Cuando se pudo ir, fue a su casa y pidió ayuda a una vecina, porque sus padres no estaban en ese momento, pero les llamó por teléfono y les dijo que le habían violado. Cuando el padre se enteró, fue directamente a la Guardia Civil a denunciar lo ocurrido, mientras que la madre lo asistió, lo lavó porque estaba sucio, le quitó la ropa (que guardó) y le aplicó una pomada en las lesiones. Posteriormente, lo llevó a urgencias del hospital Miguel Servet donde fue atendido por una pediatra y por el médico forense.

Al día siguiente, la Guardia Civil lo trasladó en un coche a la zona donde ocurrieron los hechos y donde estaba la misma gente y en ese momento no reconoció al presunto agresor. Fue después, cuando se lo mostraron en el cuartel, cuando lo reconoció.


El abogado Carlos Castillo cuestionó este reconocimiento y cree que fue condicionado. El letrado mantiene esta postura porque su cliente niega los hechos y atribuye la agresión a un compatriota suyo, un tal Tahar, con el que asegura que discutió porque le dijo que le gustaban los niños. “Esa noche yo iba con dos personas porque pensábamos dormir en la fábrica. Cuando me dijo eso discutí con él y me fui. No sé lo que pasó”, aseguró. Sin embargo, las pruebas biológicas revelan que en los calzoncillos del chico había un resto con el que se hizo una comparación genotípica que arrojó que hay 1,5 billones de posibilidades de que sea suyo.