Un nuevo camino descubre la ribera del Ebro entre Zaragoza y Pastriz

La vía verde comienza en el barrio de Las Fuentes y acaba en el centro de La Alfranca. El coste, nueve millones de euros, es equiparable a la construcción de algunas carreteras

A pie, en bicicleta y hasta en tren turístico. El camino natural de 15 kilómetros de longitud que llega al Centro Internacional del Agua y el Medio Ambiente (CIAMA) de La Alfranca, en Pastriz, acerca un poco más el Ebro a los zaragozanos y a los vecinos de los municipios ribereños. La iniciativa, que se enmarca en el Plan de Acompañamiento de la Expo, ha tenido un coste de 9 millones y supone la recuperación de casi cinco hectáreas de sotos del río.


El llamado Camino Natural de La Alfranca es algo más que un simple corredor verde. Al servicio de trenes, que se pone en marcha hoy mismo, se unen otro más de alquiler de bicicletas, puntos de información, monitores ambientales o iniciativas entre lúdicas y didácticas como el Jardín de Rocas. Las obras han sido realizadas por la empresa pública Sodemasa.


Además de la construcción del camino en sí, que está dividido en dos calzadas -una para vehículos y otra para los viandantes-, los trabajos han supuesto la plantación de unos 2.600 árboles y arbustos, los más utilizados fresnos, chopos, tamarices y aligustres, entre otros.


El acto de inauguración estuvo presidido por el vicepresidente del Ejecutivo autonómico, José Ángel Biel, y el consejero de Medio Ambiente, Alfredo Boné, pero atrajo también a miembros de corporaciones vecinas, como las de Pastriz o La Puebla, y a integrantes de organizaciones ecologistas.


El corredor verde parte de la calle de Echegaray y Caballero, junto al puente de Giménez Abad -el del tercer cinturón-. El camino discurre por la margen derecha del Ebro hacia el soto de Cantalobos, uno de los hitos medioambientales del recorrido y al que se llega tras avistar la desembocadura del Gállego. Tras dejar atrás el cuarto cinturón, el corredor recorre una mota de defensa contra la erosión en dirección a La Cartuja. Una vez pasados el soto de Las Perlas y una antigua gravera, se llega a la denominada Pasarela del Bicentenario, diseñada por Luis Javier Sanz Balduz, una vistosa estructura tubular de color verde.


Dos opciones


Aquí hay dos opciones: seguir el camino principal o tomar una ruta alternativa hacia El Burgo. Si se escoge la primera opción, se atraviesa el soto de Urzaiz, el soto Benedicto y un tramo periurbano de Pastriz hasta llegar al Jardín de Rocas, ya en el centro de La Alfranca. Esta superficie, ideada por Carlos Martín La Moneda, representa un gigante juego de la oca y tiene en su centro un mirador. Aquí se han plantado 7.600 ejemplares de distintas especies.


El consejero de Medio Ambiente destacó que se trataba de un proyecto "largamente anhelado". Boné destacó que el camino acerca a los ciudadanos a "uno de los espacios protegidos más bonitos" y que ha supuesto la "recuperación de parte importante de un soto del río". El consejero resaltó también la arquitectura empleada, "adecuada al entorno" y que tiene en la pasarela el "elemento más emblemático". Por su parte, el vicepresidente Biel incidió también en que a las mejoras medioambientales se une el hecho de que el corredor contribuya a atraer a los vecinos a la naturaleza.


El coste de una carretera


La reforma de la carretera provincial entre Boquiñeni y Luceni, un tramo de 8,5 kilómetros, le costó a la DPZ 4,2 millones. El camino de tierra entre el barrio de Las Fuentes y La Alfranca cubre el doble de distancia y ha costado el doble de dinero.


Esta ha sido una de las pocas críticas que ha recibido la iniciativa, que en cualquier caso ha sido bienvenida desde todos los ámbitos. "No es un proyecto exportable", reconoció Mariano Mérida, miembro de Ansar. "Queríamos trasladarlo a la Ribera Alta del Ebro, y de hecho ya hemos hablado con muchos alcaldes de la comarca. Pero es insostenible con estos costes", lamentó Mérida, quien sin embargo consideró "muy positiva" la "vertebración del espacio natural" que se ha conseguido. Una opinión similar esgrimió el gerente de Prames, Modesto Pascau -conocido senderista, por otro lado-, que recordó que el arreglo del GR-99 desde Fontibre hasta el Mediterráneo (1.150 kilómetros) ha costado 1,8 millones de euros.