CAMPO DE DAROCA

Revive la tradición de los Corporales

Centenares de personas celebraron ayer la fiesta de los Corporales, una tradición que cuenta con ocho siglos de historia.

Con la música de fondo de la banda, el alcalde de Daroca se asoma por la puerta del ayuntamiento. Álvaro Blasco, para el que son sus primeras fiestas al frente de la Corporación, lleva la banda en una mano, mientras con la otra saluda a los diputados provinciales que han empezado a llegar. Los primeros bajan de una furgoneta. El último en aparecer será el presidente de la Diputación de Zaragoza, Javier Lambán, con quien se completará la comitiva de autoridades, que este año está casi al completo. Mientras, decenas de darocenses comienzan a ocupar los bancos de la iglesia colegial de Santa María.


La misa, oficiada por el arzobispo de Zaragoza, Manuel Ureña, dura casi hora y media. Al acabar, las campanas vuelven a repicar y la banda retoma sus melodías. El himno de España da comienzo a la procesión hasta La Torreta. Bajo el palio, el arzobispo y el resto de sacerdotes que celebraron la eucaristía. Cierran la comitiva, las autoridades.


Eloy y Beatriz son dos de los protagonistas del día. Junto a otros 14 niños, siguen la procesión vestidos con sus trajes de comunión y portando sendas cestas de pétalos de rosa. Pero ellos no son los únicos que lanzan pétalos. También lo hacen desde las ventanas, al paso del palio, y en el suelo, donde forman un verdadero manto de color.


"Me gusta mucho esta fiesta", decía Beatriz, que junto a Eloy abre el paso al resto de niños. Su comunión estaba muy próxima y todavía recuerdan lo bien que lo pasaron ese día. Sus padres les siguen de cerca: unos con las cámaras de fotos y otros listos para corregir cualquier pequeña imperfección en sus trajes.


Y es que hay cámaras que no dejaron de disparar. Una pareja de turistas extranjeros sigue la procesión con una guía de turismo por España en la mano, una cámara de vídeo y otra de fotos.


En la boca de muchos darocenses está el tiempo. Miran al cielo con la esperanza de que las nubes no descarguen agua, pero con la de que den algo de sombra. Parece que, este año, el calor va a dar una tregua. Y lo hace.


Fiesta de interés turístico


Esta fiesta, declarada de Interés Turístico de Aragón, tiene ocho siglos de historia. Los Corporales, reliquia a la que se venera en este día, es un paño blanco con la que en el siglo XIII se cubrieron seis hostias sagradas. La tradición, mezclada con la historia, es compleja para quien no la conoce, pero no para los darocenses, que conocen a la perfección todos los detalles.


Cuenta la tradición que los tercios de Calatayud, Daroca y Teruel lucharon en Luchente en 1229, durante la reconquista de Valencia por Jaime I. Entonces, se estaba celebrando una eucaristía en la que iban a comulgar seis capitanes de las tropas cristianas. Hubo un ataque de los moros y el sacerdote escondió las formas en los Corporales -un paño blanco-. Cuando concluyó la batalla, los comandantes cristianos continuaron la misa y descubrieron con admiración que las hostias consagradas se conservaban en perfecto estado en el monte de Chío de Luchente.


Una vez conocido el milagro, todos los capitanes querían que los Corporales fueran a sus municipios. Hubo un sorteo, pero la decisión siguió siendo polémica. Finalmente, decidieron que la tela se metiera a lomos de una mula ciega y se dijo que se quedarían donde esta muriera. Lo hizo en Daroca, junto a la puerta Baja. Sin embargo, la veneración a los Corporales nunca murió.