El CD Ebro, a pescar los primeros tres puntos en río revuelto

El conjunto de Larraz visita a un Sabadell que tras un verano tormentoso, salvándose en el último momento del descenso administrativo, ha fichado a 16 nuevos jugadores. De su falta de acoplamiento deberán intentar aprovecharse los de La Almozara.

Las 18.30 de este domingo 21 de agosto y el histórico Nova Creu Alta de Sabadell serán el momento y lugar en el que vuelvan a brotar las ilusiones del CD Ebro de seguir dando la cara ante los mejores equipos de la tercera categoría del fútbol español. Si en la temporada del debut ni mucho menos se pagaba la novatada, haciendo un año que se podría calificar en su cómputo global como muy bueno, el nivel de exigencia sube unos cuantos grados, ya que el grupo tercero, donde han sido encuadrados los pupilos de Emilio Larraz, es de aquellos denominados de 'armas tomar'. Todo un desafío de 38 jornadas por delante, en el que habrá que superar a equipos catalanes, de la comunidad valenciana y baleares, bloques que en la mayoría de los casos superan en presupuesto y medios a los aragoneses.

Los maños ya demostraron sobradamente el año pasado que no se amilanan ante nadie y tratarán nuevamente de ser uno de los conjuntos revelación. Para ello, desde la secretaría técnica que comanda Ander Garitano se han vuelto a hacer las cosas con cabeza, manteniendo el bloque de jugadores importantes de la temporada pasada (excepción hecha de Edu García, que abandonó el barco para enrolarse en las filas del Real Zaragoza, y el capitán Gil, que por motivos laborales hubo de abandonar Zaragoza) y haciendo los fichajes oportunos para rellenar los huecos que quedaron libres. Por lo visto en la pretemporada, y aunque ésta sirve más de banco de pruebas que de otra cosa, parece que este nuevo Ebro va a ser un equipo al que le cueste bastante anotarle gol y que las jugadas a balón parado pueden ser una de sus armas poderosas debido a la fortaleza física de algunos de sus jugadores.

Sabadell será la primera parada en la hoja de ruta. No podía tener un comienzo más significativo el comienzo de esta nueva andadura, ya que los colores azul y blanco de la camiseta del Ebro vienen debidos a que los fundadores del club decidieron poner los mismos que los del centenario equipo vallesano. Un detalle que no ha pasado inadvertido y que ha hecho que a través de las redes sociales ambas entidades se hayan dedicado toda clase de halagos y flores creando un buen ambiente de esos que tendría que haber muchos más y que solo se verán interrumpidos durante 90 minutos, esos mismos en los que el esférico estará rodando. Como curiosidad, destacar que no será un encuentro íntegramente arlequinado, ya que el Ebro deberá lucir su segunda equipación, que es completamente negra. Para que ese hecho se produzca, habrá que esperar al partido de vuelta.

Del rival cabe destacar, que tras un verano tormentoso, en el que sobre la bocina consiguió saldar las deudas existentes con los jugadores antes de que finalizase el plazo el 30 de junio, ha hecho borrón y cuenta nueva del proyecto anterior. Así presenta 16 jugadores fichados y un entrenador que promociona desde el filial que milita en Tercera División. Esa lógica falta de acoplamiento entre las incorporaciones podría ser una de las bazas por las que pasasen las posibilidades para que el Ebro continúe su idilio con la Segunda B.