Recién estrenado el verano no faltarán, de ahora en adelante, citas culturales, festivas y de ocio para llenar la agenda y, sobre todo, el tiempo de asueto y vacaciones.

Es un hecho que el período estival es sinónimo de acontecimientos y celebraciones al aire libre: desde cine a conciertos, pasando por eventos deportivos, bodas y todo tipo de fiestas particulares. Muchos de ellos, además, para evitar las horas de mayor calor, tienen lugar por la noche, lo que obliga a contar con una buena iluminación.

Espectáculos a medida

Poco se suele parar a pensar en los equipos energéticos y de luz que hay detrás de un escenario, sin embargo, son decisivos para la organización de cualquier evento. En primer lugar, porque sin ellos no habría ni luz ni sonido y, en segundo lugar, porque de su adecuada elección depende, en buena medida, el éxito y la rentabilidad económica de la celebración.

En la actualidad, se presta especial atención a adecuar la energía generada a la que demanda cada situación. Así se evitarán, de una parte, los apagones o problemas eléctricos derivados de un servicio deficiente, y de otra, se garantizará un gasto energético eficiente y en consonancia con el entorno.

La tecnología y la innovación han contribuido, igualmente, a que los grupos electrógenos y las torres de iluminación que existen actualmente en el mercado faciliten esa eficiencia energética y, a su vez, que cualquier celebración pueda llevarse a cabo sin incidentes y respetando los criterios de sostenibilidad medioambiental y económica.