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Ventanas Castelló, 65 años fabricando cerramientos de calidad para el hogar

Esta empresa familiar celebra sus bodas de platino con la tercera generación al frente del negocio.

José Ángel Castelló Moreno en el negocio en el que ha trabajado durante más de 40 años.
José Ángel Castelló Moreno en el negocio en el que ha trabajado durante más de 40 años, que en 2020 cumple su 65 aniversario.
Ventanas Castelló

Hablar de Ventanas Castelló, comercio que cumple 65 años en 2020, es hacerlo de José Ángel Castelló Moreno, que en 1955 vio nacer el negocio en su primigenia tienda de la zaragozana calle del Coso. “La empresa la fundaron en 1955 mi padre, Andrés Castelló, y su socio, Ramón Viadel. Eran tiempos difíciles y entonces creyeron que era una buena idea”, rememora orgulloso. “El tiempo les ha dado la razón”, sentencia.

La lucha por hacer llegar a buen puerto el negocio familiar ha estado siempre presente en los propietarios de Ventanas Castelló. El representante de la segunda generación reconoce que el negocio ha tenido muchos altibajos estos años. “He conocido tantas crisis que, a veces, me río cuando veo los telediarios”, afirma José Ángel Castelló.

Estas situaciones las han superado gracias a unos valores que se han transmitido de generación en generación. El secreto para que una empresa lleve tantos años en el mercado se lo transmitió su padre y él ha intentado inculcárselo a sus hijos. “Se trata de combinar la seriedad, la profesionalidad y el respeto con la comprensión de los problemas que nos plantean los clientes”, sentencia este empresario ya jubilado que estuvo más de 40 años detrás del mostrador ofreciendo las mejores soluciones en ventanas, persianas y todo tipo de cerramientos.

Producto y servicio al cliente

Desde la perspectiva de llevar más de 40 décadas al frente, José Ángel Castelló argumenta que Ventanas Castelló vive su mejor época y las previsiones son muy buenas. La primera pata de esta situación es lo que para Castelló Moreno diferencia una empresa de un negocio familiar. “La primera solo mira los números, mientras que para el segundo la prioridad es el cliente”, remarca.

Un trato que desde que se jubiló llevan sus hijos Manuel y Francisco Javier con el mismo mimo y dedicación que han sido una constante en el negocio desde hace más de sesenta años. Junto con un producto de calidad, este es el secreto de que Ventanas Castelló siga abierto. Tanto en la primera tienda del Coso como en la que abrieron posteriormente en la calle Lapuyade ofrecen soluciones como los vidrios inteligentes, la persiana motorizada con cajón acústico y las mosquiteras, aunque reconocen que su producto estrella es la ventana Insonora. “Estamos orgullosos de haber conseguido que se vea el cambio de ventanas como una inversión en el hogar, y no como un gasto”, sentencian los dos hermanos. Al futuro le piden seguir creciendo, pero sin renunciar a sus valores.