La innovación y la transformación educativa son dos de los pilares sobre los que se asienta el proyecto educativo de la Fundación Laboral de la Construcción de Zaragoza, donde se imparten cursos de Formación Profesional Básica y de Grado Medio.

Después de estos largos meses fuera de las aulas, alumnos y profesores han retomado la actividad con mucha ilusión y ganas de volver porque, en su caso, "hay trabajos que solo se pueden desarrollar en el centro de prácticas y, aunque sea de manera diferente, la socialización es necesaria para aprender", apunta Leonor Villaluenga, directora de la Fundación Laboral de la Construcción de Zaragoza y participante del Programa de Liderazgo de EduCaixa.

El centro atiende la formación de perfiles profesionales con gran demanda, y que van desde los oficios más tradicionales hasta la instalación de los materiales más innovadores. Por ejemplo, albañil, alicatador, instalador de sistemas aislantes u operario de máquina de perforación, entre otros. "Nuestra apuesta pasa por brindar oportunidades al alumnado. Queremos que su paso por nuestro centro se convierta en una buena experiencia personal y profesional, que esto sea su trampolín para conseguir un trabajo con garantías. Muchos de nuestros alumnos vienen de experiencias académicas complicadas y nos tomamos muy en serio su apuesta a la hora de aprender un oficio. Sentimos una gran responsabilidad por contribuir a su éxito", explica Leonor Villaluenga.

Y aunque la fase de educación y formación es muy importante en el centro, su reto va más allá y está enfocado en la posterior inserción laboral. Para lograrlo desarrollan y participan en diferentes programas de innovación educativa como, por ejemplo, el proyecto internacional ‘Preparación para la educación digital’, centrado en el uso de la realidad virtual y aumentada como parte de un enfoque tecnológico mixto.

Iniciativas que cuentan con el apoyo de la Fundación ‘la Caixa’ que los seleccionó para participar en el programa ‘Liderazgo para el aprendizaje’ que, entre otras cosas, les ha permitido "poder compartir experiencias con equipos directivos de otras Comunidades Autónomas, de otros niveles educativos y especialidades diferentes", concluye Villalengua.