provincia de teruel

Un turismo responsable con el entorno que invita a ‘sentir’ experiencias únicas

Visitar, conocer y recorrer la provincia implica ‘sentir Teruel’ en toda su esencia. Así se pone de manifiesto en el lema y en el mensaje de la actual campaña turística.

El mensaje de la actual campaña turística invita a descubrir el territorio a través de los sentidos: «cerrar los ojos, dejarse guiar por los sabores, olores y colores e incitar al relajo, el descanso y la integración en el destino frente al ruido y las prisas del mundo actual», tal y como se puso de manifiesto en la presentación que tuvo lugar en la Feria Internacional de Turismo (Fitur) a principios de año.

‘Teruel Siente es un proyecto de turismo sostenible que apuesta por mantener vivo el territorio, proteger sus recursos y potenciarlos a través de la concienciación de las empresas, los turistas y los visitantes por hacer sus negocios responsables con la provincia.

La campaña, que ha sido reconocida por Naciones Unidas por su contribución a la sostenibilidad, comenzó a gestarse hace más de tres años y en 2018 recibió el impulso definitivo que precisaba con la puesta en marcha del proyecto y la creación del Primer Premio de Turismo Sostenible, en el que están participando ya más de 35 empresas e instituciones.

Experiencias sin igual

Con más de 300 enclaves incluidos en alguna de las diferentes figuras de protección ambiental (lo que supone el 35% de la superficie total), la provincia de Teruel ofrece una riqueza paisajística excepcional, repleta de entornos ideales tanto para la contemplación e interpretación de la naturaleza, como para la práctica de deportes de aventura. Propuestas ‘mindfulness’ que ayudan a desconectar y evadirse de la realidad cotidiana para asomarse a otra llena de sensaciones.

Este es el efecto que produce también la gastronomía y las actividades que giran en torno a ella. El patrimonio agroalimentario se convierte en uno de los grandes atractivos turísticos de Teruel, con reconocida variedad de productos de calidad certificada como el jamón, el aceite de oliva, el melocotón de Calanda o el azafrán, entre otros. Así, por ejemplo, a través de uno de los más emblemáticos, la trufa negra, se propone participar en familia del proceso de extracción del preciado hongo en compañía de los perros truferos, así como disfrutar de su posterior degustación.

También el astroturismo se ha convertido en una experiencia distintiva de la provincia turolense, que ha sido posible gracias a la calidad de sus cielos. Además de observar las estrellas, los visitantes podrán conocer más sobre el firmamento, deleitarse con menús tematizados o disfrutar de los miradores de comarcas como Cuencas Mineras o Gúdar Javalambre.

Más experiencias emotivas se viven con las visitas teatralizadas que explican el patrimonio histórico y cultural de la provincia, como las que pueden presenciarse en el castillo de Peracense. Otras fortificaciones militares se asentaron en el territorio y conforman la ruta de los castillos, que permite recorrer siete enclaves turolenses a través de su patrimonio cultural y natural.

Todas estas propuestas y recursos turísticos comparten el afán de cuidar, respetar e integrar el medio ambiente, al mismo tiempo que se preserva la identidad de Teruel que se pretende sigan disfrutando las futuras generaciones.

Slowdriving y The Silent Route o cómo disfrutar de Teruel con calma

Entre los atractivos turísticos de las comarcas turolenses de Andorra-Sierra de Arcos y Maestrazgo figura la carretera A-1702, una ruta que merece ser saboreada con calma, tal y como explican los agentes del sector de la provincia. Por ello, las dos comarcas han sido pioneras en lanzar un proyecto novedoso en España, que llama a aprovechar todas las sensaciones que ofrece el viaje, promocionándola como The Silent Route. En su web, se explican las características de esta carretera, idónea para moteros, clubes de vehículos clásicos, ciclistas o turistas de autocaravana; y también para cualquier viajero que busque relax y desconexión. The Silent Route reivindica practicar el ’slowdriving’, la conducción tranquila y el disfrutar de rincones poco conocidos, como proponen en otros países la Romanstiche Strasse de Alemania o la Ruta 66 de Estados Unidos.

La A-1702 tiene una longitud de 63 km, entre sus extremos en la venta de la Pintada, donde conecta con la N-211, y el puerto de Cuarto Pelado, donde desemboca en la A-226. El recorrido ofrece distintos puntos de interés en los que detenerse para conocer el entorno a través de miradores y puestos de información. En la ruta es posible encontrar desde viejos túneles de un tren que nunca llegó hasta los vestigios de un aeródromo militar utilizado en la Guerra Civil, entre bosques, dehesas y paisajes únicos salpicados por masías típicas de la zona.

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