Un número importante de refuerzos del servicio en todos los barrios de Zaragoza, los fines de semana y en las zonas de botellones y una amplia renovación de la flota de vehículos, todo ello a un menor coste para la ciudad. Ese es el resumen de lo que la nueva contrata de limpieza viaria y recogida de residuos que acaba de empezar a funcionar en la capital aragonesa supone para el conjunto de los ciudadanos, que ya disfrutan del impacto positiva que esta tiene en su día a día

El contrato, adjudicado a FCC Medio Ambiente por 615 millones de euros y de una duración de diez años, contiene unos pliegos que incluyen un amplio despliegue de maquinaria, depósitos y papeleras, así como importantes cambios en el servicio. Así, además de sumar una aplicación móvil con la que los vecinos podrán avisar de cualquier incidencia como incendios o vuelcos, los contenedores estarán equipados con unos sensores que avisarán de su nivel de llenado para optimizar las rutas.

Una serie de mejoras entre las que también destaca la reducción del coste global que, con una inversión de 61,2 millones de euros, permite “ofrecer un mejor servicio con un menor gasto municipal”, tal y como señaló recientemente la consejera de Servicios Públicos del Consistorio, Natalia Chueca, en referencia a la “mala gestión” que se llevó a cabo al respecto en el mandato anterior (2015-2019) por parte de Zaragoza En Común y en la que “se gastaron 14 millones de euros más” en este apartado. En este sentido, agregó que el servicio se administrará con rigor y de manera eficiente para los trabajadores, que aumentarán en 185, subrayando asimismo que se recuperan servicios de limpieza que habían sido recortados en 2012.

"Una revolución"

Para la consecución de ese objetivo de eficiencia jugará un papel decisivo la flota de vehículos que se encargará de la actividad, en la que el 68% serán eléctricos y el 25% de gas natural comprimido. Un sólido carácter sostenible que supondrá “una revolución”, en palabras de Chueca, que resaltó que “veníamos de medios que no se actualizaban desde 2008, que estaban totalmente obsoletos y que no respetaban el medioambiente».

Unos vehículos más silenciosos que estarán equipados con la última tecnología. Tendrán medidores de la huella de carbono y sistemas de detección de obstáculos y estarán insonorizados para tratar de reducir lo máximo posible el ruido, especialmente durante la recogida de vidrio. Los camiones recolectores pasarán de 56 a 64, los vehículos lavacontenedores, de 6 a 8; las barredoras en calzada se incrementarán de 11 a 17 y las de aceras, de 29 a 37 unidades. En total, 24 más que hasta ahora. También se incorporarán triciclos eléctricos y carros portacubos y aumentarán los equipos de fregado, baldeo, barrido y limpieza de contenedores, entre otros.