el futuro del mundo rural 

Un cambio de mentalidad y políticas más certeras, claves de la vida en los pueblos

Que el mundo rural tiene futuro es una cuestión innegable que se puso de manifiesto esta semana en el foro celebrado en Ibercaja Patio de la Infanta. Los expertos del ámbito institucional aragonés así lo corroboraron, reivindicando a su vez más medidas para fomentar el emprendimiento, la vivienda, las nuevas tecnologías y el desarrollo agrario.

De izquierda a derecha, Alfonso Gella, José Antonio Guillén, la periodista Ana Esteban, Vicente Pinilla y José Antonio Domínguez.
De izquierda a derecha, Alfonso Gella, José Antonio Guillén, la periodista Ana Esteban, Vicente Pinilla y José Antonio Domínguez.

Desmontar estereotipos sobre la vida en los pueblos y buscar soluciones para fomentar su desarrollo y vertebrar el territorio fueron las principales cuestiones que se abordaron en una de las mesas redondas celebradas bajo el título ‘El futuro del mundo rural’. La iniciativa, organizada por HERALDO y Bluemedia, tuvo lugar esta semana en Ibercaja Patio de la Infanta y, en la primera sesión, contó con la participación de reconocidos expertos del ámbito institucional aragonés.

Todos ellos coincidieron en apuntar que, al contrario de lo que mucha gente cree, en los pueblos sí que existen oportunidades de crecimiento profesional. Así, Alfonso Gella, asesor de tecnología de la Diputación Provincial de Huesca (DPH), además de alcalde de Arguis, apuntó que, para ello, es preciso aprovechar el tirón digital: "Cualquiera de nosotros podría hacer una jornada laboral en el pueblo, solo hay que jugar con la conectividad". Fomentar la vivienda, el empleo y la movilidad deberían ser los ejes fundamentales de la intervención institucional en el medio rural, según Gella.

Por su parte, José Antonio Guillén, vicepresidente de Cepyme Teruel y colaborador de la Diputación Provincial de Teruel (DPT), no dudó en afirmar que la falta de estabilidad y de oportunidades laborales no deja de ser una percepción que no se corresponde del todo con la realidad: "Quizá es que el mercado de trabajo no es como los jóvenes quieren –refirió–. Tenemos que hacer del medio rural un entorno laboral y económico del siglo XXI para que la población venga y se quede".

"Nunca se había vivido tan bien como ahora en los pueblos», se atrevió a decir Vicente Pinilla, director de la cátedra de la Diputación Provincial de Zaragoza (DPZ) sobre Creatividad y Despoblación, catedrático de Historia Económica en la Universidad de Zaragoza e investigador asociado al Instituto Agroalimentario de Aragón. Admitió que, paradójicamente, la brecha entre el medio rural y el urbano se sigue viendo muy grande, a pesar de ser «mundos absolutamente complementarios". Pinilla reflexionó acerca de qué oportunidades estamos buscando: "Tengo menos oportunidades trabajando en la Universidad de Zaragoza que en Harvard, pero yo lo elegí así y lo asumo", añadiendo que las opciones para trabajar en el medio rural están muy abiertas y se pueden combinar con la vida en la ciudad incluso.

Idea que corroboró José Antonio Domínguez, experto de dilatada trayectoria en el sector agrario y empresarial y fundador de la Red Europea de Formación Agraria. En su turno apuntó que «el referente de las oportunidades es urbano y tiene mucho que ver con el estilo de vida que hemos heredado». Para él, es importante luchar contra la idea de lo rural que tiene la mayoría de la población. Y, a su vez, aceptar que existen ruralidades diferentes: "No es lo mismo la realidad de un pueblo del Maestrazgo que la de Figueruelas, por ejemplo".

¿Qué hace falta?

La pérdida de censo en los pueblos aportó puntos de vista muy enriquecedores en el debate. De este modo, el experto en temas de demografía y desarrollo, José Antonio Guillén, señaló que "la despoblación está ocultando la verdadera batalla del medio rural, que es la competitividad". Para el vicepresidente de Cepyme Teruel, hay que hacer mejores diagnósticos para acertar con las políticas públicas. Considera que estas deberían tener más en cuenta a las empresas: "Más del 31% de los negocios de autónomos se van a jubilar de aquí a diez años en Teruel, ¿qué va a pasar con esas persianas que se van a cerrar?".

Sobre las directrices institucionales más convenientes, Alfonso Gella, de la DPH, señaló que deben partir de una esfera "supramunicipal" y enfocarse en la persona que vive en el pueblo: "Si las leyes se hacen desde Madrid y Zaragoza podemos tener un problema", aseguró, mientras proponía la descentralización de servicios y administraciones como una de las soluciones para facilitar el asentamiento de la población.

Para José Antonio Domínguez, la falta de regulación también ha sido un inconveniente, especialmente cuando comenzó el éxodo rural hacia las ciudades. El exdirector del Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón, recordó que ahora "tenemos un entorno con los Next Generation y con el nuevo informe de la PAC y el Horizonte 2030 en el que se pueden llevar a cabo planteamientos de valorización del territorio". Igualmente, abogó por fomentar el emprendimiento, que equiparó con la importancia de la tecnología en el ámbito rural. Seguidamente, enumeró varios negocios de éxito en municipios aragoneses y recalcó que estos "no tienen por qué ser casualidades sino parte del cultivo".

El catedrático de la Universidad de Zaragoza, Vicente Pinilla, también echó en falta una estrategia a largo plazo que no se centre exclusivamente en la pérdida demográfica desde un punto de vista cuantitativo: "La primera verdad incómoda es que el medio rural va a seguir menguando en cuanto a población. Por eso, hay que acomodarse a este nuevo escenario y centrarse en que la gente pueda vivir bien y donde quiera". Para ello, Pinilla considera que es clave contar con la gente que hay en el medio rural: "Burocratizamos sus tareas, verificamos que sean legales… los que legislan deben ponerse las gafas y ver dónde van a legislar".

Rural y agrario

Ambos conceptos suelen ir unidos, pero no deberían confundirse. La actividad agroalimentaria es uno de los pilares del ámbito rural, como se apuntó en la mesa redonda, pero hay que cuidarla para que lo siga siendo. "Hay que generar valor añadido a través de propuestas serias", señaló Domínguez, al tiempo que recordó que es un sector muy profesionalizado, con un importante componente tecnológico e innovador.

Pinilla puso de relieve el carácter globalizado de la agroalimentación aragonesa y la ineficiencia de la Política Agraria Común (PAC), aspecto que corroboró con rotundidad Guillén, que añadió, por otro lado, que "ahora mismo un campo es un laboratorio: tiene sensores, está controlado por teledetección por satélite... es un centro de alta tecnología". Por último, Gella puso sobre la mesa la importancia de proteger al pequeño agricultor ante la economía de escala: "Ojo con los macroproyectos, que generan flujo de trabajadores, pero no asientan población".

REALIZADO POR BLUEMEDIA STUDIO
Este contenido ha sido elaborado por BLUEMEDIA STUDIO, unidad Branded Content de Henneo.

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