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Una fortaleza de película en un paraje de altura

Desde el castillo de Loarre se disfruta de una vista única de la Hoya de Huesca, con los mallos de Riglos como grandes referentes.

El castillo de Loarre es uno de los lugares más misteriosos de Aragón.
El castillo de Loarre es uno de los lugares más misteriosos de Aragón.
Gobierno de Aragón

"Si no escalas la montaña, jamás podrás disfrutar del paisaje”. Estas palabras del inolvidable poeta Pablo Neruda podrían ser el mejor resumen de la escapada turística que hoy les proponemos, en pleno corazón del Reino de los Malllos, una gran llanura ubicada en el prepirineo de Huesca. Un recorrido por una de las fortaleza más cinematográficos de Aragón, el castillo de Loarre, y la visita a los imponentes mallos de Riglos, que se han convertido en el rocódromo natural por excelencia de la provincia oscense.

Todo el mundo, cuando se imagina cómo sería la vida en la Edad Media, cómo vivirían los caballeros y siervos, visualiza un poblado coronado por un enorme castillo, con pasillos interminables, un gran patio de armas y magníficas torres desde las que se divisarían los pueblos vecinos y se vigilaría la llegada de los posibles enemigos. Pues todo eso y mucho más se puede encontrar en el castillo de Loarre, que fue mandado levantar en el siglo XI y que, en la actualidad, es la fortaleza románica más importante de España, y una de las mejor conservadas de Europa.

"La fortaleza románica de Loarre es la más importante de España y una de las mejor conservadas de Europa"

Acceder a este castillo después de atravesar sus murallas es como adentrarse en un viaje a través del tiempo que te permite revivir momentos históricos, a la vez que disfrutar del arte en estado puro. Gracias a las explicaciones de las guías que realizan la visita, podemos saber que la fortaleza alcanzó su máximo esplendor durante el reinado de Sancho Ramírez (1069-1094) , momento en el que se realizó la ampliación que dio lugar a la configuración actual. Y no solo eso, sino que el castillo, que inicialmente solo tenía un corte militar, se convirtió en algo más, ya que el rey fundó en su interior un monasterio con una comunidad de canónigos de la orden de San Agustín. 

Gracias a su perfecto estado de conservación, Loarre es un referente para los amantes de la historia y para el público en general, que no debe perderse las vistas que se muestran desde las torres de esta privilegiada atalaya, que compite en este rincón del prepirineo aragonés con otro mirador excepcional, en esta ocasión, natural: los mallos de Riglos. Un lugar convertido en un destino de primer orden para los amantes de la escalada y los aficionados al senderismo.

Un mirador privilegiado

Con paredes verticales que alcanzan los 300 metros de altura, los mallos son el mejor ejemplo de la fuerza de la naturaleza, que cinceló estas maravillas que se formaron en el Terciario. Paredes que durante los fines de semana y en época vacacional son conquistadas por grupos de escaladores que hacen suya la frase con la que arranca este reportaje: "Si no escalas la montaña, jamás podrás disfrutar del paisaje”. 

Un reclamo natural en el que sobresale su color rojizo, que  resulta espectacular en el momento de la caída del sol y que también son un escenario marcado en rojo por los aficionados a la ornitología, ya que la zona es refugio de aves  rupícolas, que tienen su morada en las oquedades de estos mallos. Todo un regalo para la vista, como así lo supo ver el rey Pedro I quien, según cuentan las leyendas, dejó los mallos de Riglos en herencia a su esposa doña Berta, porque era el único paisaje que él conocía que que podía compararse con su belleza.

Realidad o leyenda lo cierto es que en la ruta de hoy, el viajero podrá disfrutar de parajes de encanto en unas atalayas que encierran entre sus paredes historia, recuerdos y emociones compartidas.

Sabías que.....

El castillo de Loarre, una hermosa fortaleza.

Loarre, un escenario de película

Escenario de cine. El castillo de Loarre fue protagonista del rodaje de la película 'El reino de los cielos', en 2005, dirigida por Ridley Scott y protagonizada entre otros actores por Orlando Bloom y  Eva Green. 
Bóveda de Dios. Uno de los grandes misterios de este castillo es la bóveda, cuyo círculo simboliza a Dios. De estas dimensiones, es la más antigua de cuantas se conocen y algunos expertos la relacionan con la de Santa Sofía, en Constantinopla.
Un zoo de piedra. En sus capiteles alcanzan gran protagonismo leones, serpientes, aves y monos. Aunque en este zoo tan especial también pueden verse liebres y conejos.

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Los mallos de Riglos son un paraíso para la escalada.

Riglos, el poder erosivo de la naturaleza

Curiosos nombres. Los mallos han sido bautizados con pintorescos nombres, como 'El cuchillo', 'El puro', o 'La Magdalena'.
Bellos atardeceres. Uno de los mejores momentos del día para disfrutar de la visita a los mallos es el atardecer, instante en el que el color rojizo de sus paredes compite con el sol del ocaso.
Refugio de aves. En Riglos se encuentra el centro de interpretación de aves carroñeras ARCAZ, que dedica un amplio espacio al buitre leonado. Este año, por razones derivadas de la Covid-19 permanecerá cerrado, pero cualquier momento del año es bueno para visitarlo y conocer los secretos de estas aves.

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