Debe hacer frente a la subida de los tipos de interés y al aumento de coste de materiales, pero también a una fuerte demanda y a un gran interés por parte de los compradores por esta tipología de viviendas. El sector de la obra nueva afronta este 2023 con ciertos vaivenes, aunque los expertos en la materia vaticinan unas cifras de venta similares a las del año anterior.

Para Tinsa, hay perspectivas de una demanda residencial «que se reduce sin desplomarse y una tendencia a la estabilización de los precios». Eso sí, advierte que aunque todo apunta a que habrá una moderación de las subidas de tipos de interés por parte del Banco Central Europeo, el coste de las hipotecas seguirá creciendo, «para reflejar las subidas que hasta la fecha se han trasladado solo parcialmente al crédito hipotecario nuevo».

En la misma línea, el portal inmobiliario Fotocasa apunta que no se producirán fuertes caídas del precio, «debido a que habrá una demanda latente muy fuerte de adquisición, ya que muchos compradores se han visto obligados a paralizar los procesos de compra por las subidas de tipos».

Preferencias Este mismo portal apunta que un 66% de los compradores consideraron adquirir una vivienda de obra nueva en el último año, una cifra cinco puntos superior a la del 2021. «Las prestaciones de la vivienda de nueva construcción son, sin duda, un gran atractivo para los compradores. El hecho de que sean eficientes energéticamente es uno de los impulsos que más se valoran, pero el precio es uno de los obstáculos que más les frena», explican, haciendo hincapié en que la adquisición efectiva de este tipo de inmuebles todavía está muy lejos de la recuperación de los datos prepandemia, a pesar de que el interés es elevado.

Desde Idealista, y tras consultar a varias empresas de referencia en el sector, vaticinan un ejercicio «prácticamente plano» aunque ponen de relieve que existe una elevada demanda y mucha gente interesada en comprar a pesar del panorama económico actual.

Por su parte, Atlas Real Estate Analytics prevé cifras similares a las del año anterior, aunque todo dependerá de los factores en juego: «El escenario optimista, que refleja un control rápido de la inflación y una vuelta a la relativa normalidad de los costes de construcción, permitiría repetir datos similares a 2021, –explican–. Sin embargo, si la inflación y el resto de condicionantes negativos se cronifican, los datos de 2023 podrían llegar a situarse en niveles de 2015 o 2016»