Un territorio protegido por su valor ambiental

Si por algo destaca la comarca oscense de Sobrarbe es por la riqueza natural de sus paisajes. Reconocida y protegida por su alto valor ambiental, esta demarcación acoge los valles que dibujan los ríos Ara, Cinca y Cinqueta.

Abizanda, Aínsa-Sobrarbe, Bárcabo, Bielsa, Boltaña, Broto, El Pueyo de Araguás, Fiscal, Fanlo, Gistaín, La Fueva, Labuerda, Laspuña, Palo, Plan, Puértolas, San Juan de Plan, Tella-Sin y Torla componen una de las zonas del Pirineo favoritas de los visitantes, quienes pueden disfrutar de una amplia oferta turística apta para todos los gustos y edades.

Esta demarcación, cuyo territorio está incluido, en más del 50%, en alguna figura de protección, alberga el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido y los Parques Naturales de Posets-Maladeta y de los Cañones y la Sierra de Guara. En ellos es posible encontrar prados alpinos y bosques frondosos en los valles altos, donde el agua está siempre presente en forma de cascadas y barrancos, como en Ordesa, Pineta, Bujaruelo o el valle de Chistau; inmensas cumbres del Monte Perdido y Posets, donde sobreviven las últimas extensiones de glaciares catalogadas como Monumentos Naturales; y los valles de Añisclo y Escuaín, cincelados por las aguas de los ríos Bellos y Yaga.

Por otro lado, esta zona además posee una gran riqueza cultural. El carnaval milenario de Bielsa, la rica gastronomía de la zona, materializada en productos tan típicos como las chiretas, los licores o patés, o el patrimonio artístico de Aínsa, considerado uno de los pueblos más bonitos de España, son algunos de los principales atractivos de esta comarca.

Uno de los Pueblos más Bonitos de España

Desde su proclamación en 2015, la villa de Aínsa está distinguida con el título que la avala como uno de los Pueblos Más Bonitos de España, reconocimiento entregado por la asociación homónima. A lo largo de los siglos, celtas, romanos, musulmanes y cristianos han convivido en ella, lo que le ha transferido una gran diversidad y riqueza patrimonial. Paseando por las viejas calles de la villa, declarada conjunto histórico-artístico en 1965, los visitantes pueden disfrutar de la belleza de un entorno con claro sabor medieval. Además, Aínsa conserva el castillo del siglo XI, la muralla y sus puertas, la plaza Mayor, la iglesia de Santa María, datada en el siglo XII y declarada Monumento Nacional, o las fachadas de casa Arnal, del siglo XVI, y casa Bielsa, de los siglos XVI y XVII.

Parque Nacional Ordesa y Monte Perdido

La orografía del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido está dominada por el macizo calcáreo de las Tres Sorores, el más alto de Europa. Su mayor elevación es el Monte Perdido, del que descienden impresionantes crestas montañosas y valles glaciares. El más característico y emblemático es el de Ordesa, origen del Parque Nacional, aunque también destacan el cañón de Añisclo, las gargantas de Escuaín y el valle de Pineta.

El carnaval, seña de identidad

Cada año, con la llegada de febrero, los habitantes de Bielsa, Torla, Broto, La Fueva y San Juan de Plan se engalanan para celebrar sus particulares carnavales. La principal característica de estos festejos es que recogen los elementos del folclore de la zona y los convierten en los protagonistas indiscutibles. Esta seña de identidad ha hecho de estas celebraciones uno de los principales reclamos turísticos de la comarca.

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