La innovación en las empresas ha ido en los últimos años de la mano de las nuevas tecnologías. Progresos que han propiciado que se puedan automatizar procesos y que los trabajadores puedan realizar sus tareas desde cualquier punto del planeta con un acceso a internet. Estas ventajas deben de ir acompañadas de un nivel de seguridad que impida que la información relevante de las organizaciones se vea comprometida. Además, la ciberseguridad tiene otras ventajas para las organizaciones, como son el aumento de su reputación y la productividad, el ahorro de gastos imprevistos, una mayor capacidad de recuperación y la certeza de que los datos son veraces.

El ‘software’ se ha convertido en uno de los pilares de esta transformación hacia el futuro y los esfuerzos deben ir encaminados a proteger las nuevas adquisiciones. El informe anual CloudBees 2022 Global C-suite Security señala que un 75% de los altos ejecutivos dicen que los problemas de seguridad limitan la capacidad de progreso. Para que esto repercuta lo menos posible en la actividad de las organizaciones, se debe poner al servicio de los trabajadores un entorno seguro.

Pixabay

Para ello, la ciberseguridad dentro de las empresas debe contar con una estrategia definida, en la que es preciso especificar el parque tecnológico disponible e identificar los procesos de la compañía que requieren interacción con la red. Asimismo, es imprescindible formalizar una normativa de prevención y planes de contingencia en caso de ataques informáticos.

La pérdida de datos es uno de los principales problemas a los que se puede enfrentar una empresa si sufre un ataque de este tipo. Para evitar problemas, los trabajadores deben hacer copias de seguridad en ‘backups’ y servicios ‘cloud’, donde la información quede protegida ante ‘ransomware’ y evitar el pago de un rescate. A esto se puede añadir el cifrado de informes sensibles con el objetivo de que no pueda tener acceso a ellos nadie ajeno.

Las limitaciones de acceso también son una estrategia para incentivar la ciberseguridad. Los empleados solo podrán entrar en aquellos archivos necesarios para su desempeño laboral. Asimismo, para que el entorno se mantenga protegido, se debe limitar la utilización de dispositivos externos. En caso de ser necesario su uso, se priorizará los que incluyan una contraseña, que variará tras cada devolución al departamento de Sistemas.

Aún así, las empresas están optando por otros tipos de almacenamiento que facilitan que los datos estén disponibles para todos los trabajadores. Se trata de los servidores en la nube, que cuentan con una protección adicional.

Acceso con garantías

La innovación empresarial va más allá de los puestos de trabajo y es aquí donde se deben extremar las medidas de precaución. La entrada a los edificios mediante huella o con una tarjeta magnética concederá al departamento de Recursos Humanos el privilegio de saber quién está en las instalaciones, pero se debe extremar la seguridad para que los datos personales de los trabajadores no queden al alcance de cualquier persona. La inversión en ‘antimalwares’ será fundamental para evitarlo y propiciar que todos trabajen en un entorno seguro.

Teletrabajo, un avance empresarial seguro

Pixabay

La implantación de las nuevas tecnologías en las empresas ha propiciado, sobre todo con la crisis sanitaria de la covid-19, que se implante el teletrabajo. Los empleados pueden desarrollar su actividad laboral desde su domicilio, ya sea utilizando sus propios equipos informáticos o aquellos que les ha dado su organización. La ciberseguridad cobra especial importancia en esta situación. El uso de los ordenadores para fines privados y profesionales hace que se deban extremar las precauciones para evitar que un ataque en el dispositivo personal puede poner en riesgo algún archivo corporativo. La utilización de herramientas de control remoto, necesarias para poder conectarse a los servidores de las empresas y tener acceso a la documentación, se debe llevar a cabo bajo la supervisión de un experto informático que determine los posibles riesgos de estas conexiones y pueda solucionar todos los problemas existentes. El resultado debe ser una jornada sin complicaciones informáticas y sin comprometer los archivos de las entidades ni los contactos.