Cuando a mediados del siglo pasado Manuel Salinas inauguró su pequeña empresa de fabricación de artículos para el hogar en metal, ni los más optimistas habrían imaginado el excelente devenir del negocio. Mucho tuvo que ver en el éxito de Comercial Salgar la impronta personal de don Manuel que, con una clara visión empresarial y una encomiable capacidad de trabajo, supo dirigir durante 50 años una firma que arrancó encaminada a la venta local y que hoy es una marca líder en España en amueblamiento y equipación de cuartos de baño.

Sus instalaciones, ubicadas desde hace décadas en la carretera de Logroño, han sido testigos de la evolución con continuas adaptaciones a las modernas técnicas y necesidades fabriles de cada momento. Hoy, Salgar es pionera en la fabricación industrializada de muebles de baño de madera.

Aires nuevos

Hace 20 años que la segunda generación se encuentra al frente de la compañía, mientras la tercera ya se ha incorporado también activamente. Y aunque los tiempos han cambiado, se mantienen las mismas políticas que instauró su fundador: compromiso inversor, modernidad y respetuosa gobernanza. Así, manteniendo su carácter de empresa familiar consolidada, la segunda generación ha trabajado decididamente en su profesionalización, expansión y continuos procesos de mejora. Comercial Salgar es una compañía con decidida vocación nacional e internacional, con una cifra de negocios en los mercados exteriores de un 60%. Todos los órganos directivos son conscientes del esfuerzo que deben seguir realizando. Su éxito, por otro lado, no podría haberse logrado sin el alto compromiso de cada miembro de la plantilla en su área de responsabilidad. "Tenemos una clara política de compromiso social", expone Alberto Hernández Puig, directivo y responsable de Relaciones Institucionales.

Apoyándose en su sólido pasado pero con las vistas puestas en el futuro, los directivos de Salgar afrontan los retos que les plantean los tiempos actuales. En materia medioambiental, se encuentran inmersos en un proceso de implementación de energías renovables, además de buscar siempre la sostenibilidad como estrategia en el uso de recursos materiales y en sus procesos de negocio.

También es clara su apuesta por la investigación y la innovación, con políticas como las de diseño y desarrollo en producto, inversiones en nueva tecnología e implementación de todo el proceso de digitalización. El exigente mercado nacional e internacional, por su parte, obliga a implementar unos estándares de calidad en la fabricación, el diseño, el transporte y el suministro.

Pero si ha existido un valor presente en Salgar desde sus orígenes este es el de servicio, presente en su ADN. "Tenemos un excelente servicio a nuestros clientes –asegura Hernández Puig– mediante la disponibilidad de amplias gamas de producto y la máxima eficiencia en su distribución".