¿Quieres una vacaciones 'slow'? Conoce todas las rutas que hay en Aragón
Recorrer las carreteras secundarias de la Comunidad permite descubrir lugares de gran belleza y llenos de historia.

Las vacaciones son para descansar y coger fuerzas, pero también para descubrir nuevos lugares que nos hagan ampliar nuestros horizontes. Ambas cosas se pueden combinar gracias al slowdriving, una iniciativa que promueve Turismo de Aragón, que ha creado 16 rutas por carreteras secundarias de la Comunidad, con información sobre los kilómetros totales de cada una y el tiempo que se tarda en recorrerlas a la velocidad media permitida, para poner en valor esos viales que unen romanticismo y aventura.
¿Eres capaz de reducir la velocidad y conocer con tranquilidad las historias que se esconden en castillos, monasterios y parajes llenos de historia? Las rutas de 'slowdriving' Aragón te acompañarán en un apasionante paseo por una tierra repleta de leyendas y personajes que merece la pena conocer.

La Ruta Reyes de Aragón es la principal de Slowdriving Aragón y de ella parten todas las demás. Se inicia en el Somport, recordando a Ramiro I. A través de las altas cumbres del Pirineo y sus valles, pasando por la estación internacional del Canfranc, el viajero llegará a Jaca, dónde descubrirá una ciudad, fundada por Sancho Ramírez, que es una de las joyas románicas a nivel nacional y que cuenta con la Ciudadela como símbolo. Siguiendo la ruta hacia el norte, Huesca nos recuerda su incorporación a Aragón de la mano de Pedro I. Continuando el viaje, mientras disfrutamos del viento en nuestra cara, llegaremos a Zaragoza, en donde se puede descubrir parte de la historia de Aragón en la Aljafería, y Daroca, que evocan la figura de Alfonso I. Ya camino del final, Teruel se erige como una ciudad llena de amor, modernismo y arte mudéjar, en la que se nos revela la vida de Alfonso II, primer rey de la Corona de Aragón.

¿Buscas un paisaje diferente lleno de historia? La ruta de los orígenes del reino de Aragón cumplirá tus expectativas. Sus 117 kilómetros por los profundos valles de de Hecho y Ansó ofrecen una perspectiva única de las primeras piedras de lo que es hoy Aragón. El monasterio de San Juan de la Peña, Santa Cruz de la Serós, Aisa o Siresa son lugares en los que contemplar los orígenes para poder enfocar el futuro.

Aragón es un territorio muy rico en fortalezas que cuentan la historia de un reino con cientos de años de vida y que podrás disfrutar en la Ruta de los Castillos. Recorriendo las comarcas de Cinco Villas y Hoya de Huesca, se pueden descubrir románticos lugares como Uncastillo, Sos del Rey Católico, el santuario de Monlora o el castillo de Sádaba, en un paisaje cuyos colores cambian con cada estación, por lo que es recomendable recorrerlo con calma para empaparse de todos los matices.

Pueblos medievales, iglesias románicas, murallas y torres se abren paso en la Ruta Los secretos del Prepirineo, que discurre entre una naturaleza llena de cañones y ríos con paisajes de gran belleza. Si tomas esta ruta, puedes descubrir lugares como el Parque Cultural del río Vero, donde contemplar su arte rupestre, el Parque Natural de la Sierra y Cañones de Guara o una pequeña parte de Geoparque Mundial UNESCO de Sobrarbe-Pirineos. Una combinación de arquitectura y naturaleza que recorre enclaves tan emblemáticos como Alquézar, Nocito o Radiquero para encaminar las ruedas de tu coche, bicicleta o moto hasta Huesca.

La Ruta El corazón del Moncayo comienza en Borja, localidad donde se puede contemplar el Ecce Homo. Imponente se levanta el Moncayo ante tus ojos en esta ruta circular que te anima a descubrir un gran Parque Natural al que se puede acceder desde localidades como Tarazona, San Martín de la Virgen del Moncayo o Santa Cruz del Moncayo. Cualquier época es buena para que lo visites, aunque la riqueza multicolor de su hayedo tiene todo su esplendor en el otoño. Una vez que has recorrido este bello ecosistema, guía tus pasos hacia Trasmoz, localidad famosa por sus brujas. Y si quieres continuar dando la vuelta al Moncayo, no dejes de visitar también la cara oculta del Moncayo con joyas como Calcena y Purujosa en una ruta que se puede hacer en tres etapas para degustar cada sensación en todo su esplendor.

Con la Ruta Puertos del Silencio descubrirás el Maestrazgo turolense y la comarca de Gúdar-Javalambre. Este recorrido es una oportunidad para vislumbrar el rico patrimonio arquitectónico y cultural de la zona sin ninguna prisa. La ruta empieza en Mora de Rubielos y tras recorrer 247 kilómetros por villas amuralladas, ermitas románicas y góticas, puentes medievales y castillos, termina en Rubielos de Mora.

Tienes por delante 140 kilómetros de carreteras tranquilas para descubrir toda la grandiosidad de la Sierra de Albarracín gracias a la Ruta de los Montes Universales. Déjate sorprender en el comienzo de la misma por el castillo de Peracense, que te trasladará a través de sus piedras de color rojizo a la Edad Media para continuar por un paisaje lleno de cañones y barrancos, cuna de civilizaciones prehistóricas. Una muestra de ellas es el conjunto Abrigos de Arte Rupestre de estilo Levantino del Arco Mediterráneo, que es Patrimonio de la Humanidad y forma parte del Parque Cultural de Albarracín.

La comarca del Alto Gállego por la que discurre la Ruta Maravillas de Tena y el Serrablo ofrece una variedad de opciones para quienes buscan la aventura o quieren aprender un poco más sobre las maravillas que alberga esta tierra enclavada en el Pirineo aragonés. Con el río Gállego y sus afluentes como eje central, podrás contemplar los embalses de Lanuza y Búbal, así como lagos, ibones y bosques, pero también iglesias como las de Lárrede y Oliván. Los amantes del deporte pueden disfrutar de Formigal, Panticosa o la tirolina de Hoz de Jaca. Si el viaje es con niños, una parada obligatoria en Lacuniacha, un bioparque, con animales en semilibertad, que en algún momento de la historia, pueblan o poblaron el Pirineo.

De Biescas al Parque Natural de Ordesa y Monte Perdido pasando por lugares como Fiscal, Jánovas, Aínsa, el monasterio de San Victorián o Fanlo, la Ruta La Ronda de Ordesa te ofrecerá una tierra de contrastes y gran diversidad con un nutrido patrimonio arquitectónico. Pasear por el Monumento Natural de los Glaciares Pirenaicos o el Parque Natural de Posets-Maladeta se puede combinar con la visita a pinturas rupestres, castillos o conjuntos medievales que harán que te sientas en una de las zonas más bonitas de Aragón antes de terminar el camino en Gavín, junto a una de las Joyas del románico serrablés.

La Ribagorza se abre a tus pies en una excursión con la Ruta Pirineo Salvaje de Slowdrinving Aragón como guía que hará posible contemplar los glaciares del Aneto. Los estrechos valles de la zona descubren un rico patrimonio articulado entre los ríos Ésera, Isábena y Noguera Ribagorzana con la Edad Media como etapa histórica predominante en una zona en la que puedes encontrar restos musulmanes, iglesias de tradición gótica-aragonesa, elementos renacentistas, como el palacio de los conde de Ribagorza en Benasque, e incluso barrocos.

Desde Aínsa a Monzón pasando por lugares como Graus o las pasarelas de Montfalcó, la Ruta Prepirineo Insólito ofrece un paisaje para contemplar con tranquilidad en el que se mezclan la naturaleza con amplias manifestaciones arquitectónicas. Viajar por el prepirineo oriental te ofrece la posibilidad de descubrir lugares tan impresionantes como una muralla china, un templo budista o un castillo templario que abrirán tu imaginación para transportarte a una vacaciones de ensueño.

Una de las estepas más grandes de Europa te da la bienvenida en un recorrido por un paisaje ideal para personas con diversidad de gustos. Los Monegros ofrece una gran variedad faunística, pero también la opción de descubrir emplazamientos únicos como el Monasterio de Sijena, la Cartuja de las Fuentes, la Ruta Orwell en Alcubierre, los monolitos o torrollones de Piracés o la laguna de Sariñena gracias a la Ruta del Desierto y las Cartujas.

El río Ebro te hace de guía en esta ruta por las huellas dejadas por la Guerra Civil, con el pueblo viejo de Belchite como ejemplo más representativo, y por Francisco de Goya, pudiendo conocer su casa natal en Fuendetodos. Todo sin olvidar que Aragón también tiene mar, sobrenombre que se le da al embalse de Mequinenza, o que en la zona se puede contemplar el monasterio de Rueda, el yacimiento íbero de Azaila o el municipio de Caspe.

Discurrir por el Matarraña es sentir el 'slowdriving' en estado puro. Si buscas algo auténtico, descubrirás un enclave lleno de pueblos con encanto en los que empaparte de la filosofía medieval que los invade. El Bajo Aragón, conocido por su Semana Santa de Interés Turístico Internacional, también forma parte de esta excursión y te descubrirá la ruta de los íberos del Bajo Aragón o la de las Bóvedas del frío, antiguos pozos de hielo excavados bajo la tierra.

Varias comarcas de la provincia de Teruel son el escenario en el que se desarrolla esta ruta que ofrece bellos parajes naturales como el parque Cultural del Río Martín a la vez que nos introduce en la vida de Luis Buñuel con el paso por Calanda. Pero el paseo también será subterráneo. En Molinos podrás contemplar las Grutas de Cristal mientras que en Escucha descenderás 200 metros para ver sus minas y ponerte en la piel de los que allí trabajan.

Alhama de Aragón y su balneario son el punto de partida de la Ruta del Agua y del Mudéjar por una zona de contrastes que se ve condicionada por la presencia del agua. Un claro referente es el Monasterio de Piedra, lugar en el que confluyen cascadas y grutas con una gran diversidad floral. Las fortalezas- castillo y las murallas se abren paso para ofrecerte una visión majestuosa de cómo vivían los nobles en el pasado. Tampoco hay que dejar de ver las iglesias de estilo mudéjar de Cervera de la Cañada, Torralba de Robota y Aniñón para completar unas vacaciones repletas de aventuras a ritmo 'slow'.