EN COLABORACIÓN CON LA DIPUTACIÓN PROVINCIAL DE TERUEL

¿Quieres saber por qué la provincia de Teruel será un destino recurrente para viajar en familia este verano?

Son muchos los sitios en torno a ríos y embalses en los que poder refrescarse cuando el calor aprieta. Y muy atractivos los planes de ocio y cultura para completar la visita al territorio.

Poza en Villarluengo, en pleno Parque Cultural del Maestrazgo.
Poza en Villarluengo, en pleno Parque Cultural del Maestrazgo.

La provincia de Teruel es un destino preferente para disfrutar del 'frescalor', término acuñado expresamente para definir una jornada de verano sin salir del territorio: por el día, invita a largos baños en sus piscinas naturales y, por la noche, a abrigarse para contemplar las estrellas. Un plan perfecto para las fechas en las que estamos y a la medida para una escapada en familia.

Por eso, se ofrece a continuación una selección de los enclaves turolenses más refrescantes para visitar en los próximos meses, al tiempo que se recomienda no perderse detalle de sus respectivos entornos, donde la naturaleza, el patrimonio y la diversión para todas las edades están garantizados.

Si se empieza desde el norte de la provincia, concretamente en la comarca Andorra Sierra de Arcos, es posible encontrar cómo las aguas afloran de modo abundante y natural en ambas márgenes del cauce del río Martín en los manantiales de 'Los Baños de Ariño', a dos kilómetros de la localidad. A las propiedades de las aguas, declaradas minero-medicinales en 1972, se suma un entorno de impresionante belleza natural y un rico patrimonio arqueológico y paleontológico. Desde aquí se puede aprovechar para visitar también el Centro de Interpretación de Arte Rupestre 'Antonio Beltrán' y Valcaria, subsede de Dinópolis, ambos en Ariño, o la sima de San Pedro y el poblado íbero de San Pedro, en Oliete.

Precisamente en este último municipio, se encuentra el pantano de Cueva Foradada, una de las presas más bellas de Aragón, construida a principios del siglo XX, en el término municipal de Oliete. Una impresionante subida con 272 escalones permite contemplar el embalse desde lo alto de la presa, que es refugio y descanso de diversas aves migratorias y especies acuáticas. El acceso desde Oliete es muy sencillo y agradable, por un camino asfaltado entre las huertas y los bosques de ribera, a los pies de la sierra de los Moros. 

Kayak en el río Martin, en el término municipal de Alcaine, en la comarca de Cuencas Mineras.
Kayak en el río Martin, en el término municipal de Alcaine, en la comarca de Cuencas Mineras.

En el embalse, se puede practicar el piragüismo, actividad que se organiza desde la piscina municipal de Alcaine, en la comarca de Cuencas Mineras. Es buena idea completar la jornada con una ruta senderista por los estrechos encañonamientos del río Martín, así como disfrutar de las pinturas rupestres de la Cañada de Marco, donde renace el río a través de los manantiales de Benicozar.

Más al oeste, en la comarca del Jiloca, el enclave predilecto para pasar los días de verano, entre choperas y bosque de ribera, se encuentra en la desembocadura del río Pancrudo con el Jiloca. Se le conoce con el nombre de Entrambasaguas, por un despoblado que debía estar cerca de allí. No hay que pasar por alto el encantador puente romano. La comarca alberga otros refrescantes espacios como el paseo por el río Jiloca en Calamocha, el curioso nacimiento fluvial de los Ojos de Monreal o el avistamiento de aves junto a la laguna de Gallocanta.

Otro pantano, en la comarca del Matarraña, es perfecto para disfrutar del baño y de actividades acuáticas. Es el embalse del río Pena, situado a los pies de los puertos de Beceite, que representa, además, uno de los más antiguos de la provincia de Teruel. Es idóneo para practicar el senderismo y gozar con la bicicleta, rodeando el embalse en un recorrido de poco más de 8 kilómetros.

Paddle surf en el pantano de Pena, comarca del Matarraña.
Paddle surf en el pantano de Pena, comarca del Matarraña.

En la comarca del Bajo Aragón, existen dos lugares únicos y especialmente recomendables para la época estival. El primero de ellos es La Estanca, en Alcañiz, una laguna rodeada de árboles en la que es posible realizar todo tipo de deportes, así como contemplar el avistamiento de aves. El segundo enclave refrescante es el entorno del río Bergantes, entre las poblaciones de Aguaviva y La Ginebrosa, donde el agua discurre entre las rocas y bajo un puente medieval, remansándose en frescas pozas, creando unos espacios perfectos para disfrutar del contacto con la naturaleza.

Más rutas para escapar del calor

En la Comunidad de Teruel, destaca la ruta de los Estrechos del río Ebrón, que comienza en El Cuervo y concluye en Tormón. Se trata de una senda fluvial de gran encanto, en la que destacan diferentes ollas, pozas, cruces sobre el río y tramos en pasarela. En un segundo tramo, gana altura y se transforma en un sendero de montaña con espectaculares vistas del barranco donde se encaja el río Ebrón. En El Cuervo, es posible comer en el merendero de Los Chorros y darse un chapuzón en la piscina y, en Tormón, se recomienda admirar las pinturas rupestres, el entorno de la casa forestal y dejarse seducir por el pinar de rodeno, zona protegida de gran valor paisajístico.

Las postales más refrescantes que nos vienen a la cabeza cuando pensamos en Teruel se encuentran en la comarca Sierra de Albarracín, una de las más populares y visitadas. Destaca la que protagoniza la cascada de El Molino de San Pedro, en El Vallecillo, que se puede visitar a través de un agradable sendero que rodea el municipio. Otro salto de agua espectacular es el de Calomarde, también conocido como cascada Batida o del Molino Viejo. Tiene una altura de unos 20 metros de alto y se forma en el transcurso del río de la Fuente del Berro, afluente del Guadalaviar.

Desde Calomarde parte la ruta del barranco de la Hoz, también muy adecuada para escapar del calor. Se adentra en el cañón de los Arcos y transcurre por pinares, barrancos y presas a través de pasarelas, en un recorrido aproximado de dos horas.

La provincia turolense tiene tres monumentos naturales y todos están en la comarca del Maestrazgo, entre ellos el puente natural de Fonseca, en el río Guadalope. Se esconde bajo una cortina de agua y está protegido por el culantrillo de pozo, un helecho que trepa por sus paredes. Entrar en él es toda una aventura, solo apta para los más valientes. Es el merecido chapuzón después de recorrer el sendero de 5,5 kilómetros que conduce hasta allí. Además, a lo largo del río y sus afluentes son muchas las pozas en las que es posible relajarse con el baño.

Por último, para tomar nota es el paraje los Caños de Gúdar, que permite disfrutar de un refrescante paseo junto al río para toda la familia. Otras de las rutas estrella para este verano, pueden ser las del entorno del Gavilán de Manzanera y la de la cascada de la Hiedra en Mora de Rubielos. Para finalizar la jornada, nada mejor que sumergirse en las tranquilas aguas del embalse de Valbona y en sus pozas y azudes. Todo ello en la comarca Gúdar-Javalambre.

No hay que olvidar que las noches en cualquiera de estos lugares invitan a ponerse un jersey o, incluso, a taparse con una manta a la hora de acostarse, ¿se entiende ahora el concepto de 'frescalor'?

Por todo ello la provincia de Teruel pasa de destino 'pendiente' a destino 'preferente' y 'recurrente', tal y como reza el eslógan turístico del territorio. Cabe señalar que son muchas las experiencias que se pueden vivir sin salir de la provincia, la tierra que también ha acuñado los términos de 'rapilento', 'tranquitenso' y 'cosmopueblita', ya que faltan palabras en el Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua para nombrar esta rica tierra de contrastes.

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