El cambio climático se ha convertido en el mayor desafío medioambiental de la actualidad y la descarbonización en una de las principales soluciones para atajarlo. Para conseguirlo, el sector energético juega un papel clave. Existen diferentes alternativas a los combustibles fósiles y una de ellas, por muy sorprendente que te parezca, ya se encuentra en la mayoría de nuestros hogares.

Los sistemas de calefacción impulsados por gas natural, lejos de suponer un obstáculo, son una oportunidad para acometer la descarbonización del consumo energético de la totalidad del parque residencial en España. Quizás no lo sabías, pero con la caldera de tu vivienda puedes contribuir a la conservación del entorno. A continuación, te contamos todo lo que necesitas saber para conocer en profundidad las ventajas de calentar tu hogar con este sistema:

¿Es cierto que se van a prohibir las calderas de gas?

Falso. La nueva directiva europea de eficiencia energética no determina en ningún caso la prohibición de las calderas ni su obligatoria sustitución por bombas de calor. Ante la publicación de algunas informaciones erróneas o inexactas sobre este asunto, la Asociación Española del Gas (Sedigas) desmiente tales afirmaciones y defiende que esta medida provocaría el efecto contrario al deseado. “Una eventual prohibición de las calderas de gas tendría un efecto adverso en la transición energética, dadas las dificultades de algunos hogares para acceder a otras opciones de calefacción menos asequibles y porque requieren de unas especificaciones técnicas y de una disponibilidad de espacio no habituales en las viviendas españolas”, advierten.

¿Por qué la caldera de gas sí es un sistema sostenible para la calefacción?

Las calderas de condensación de alta eficiencia son una tecnología perfectamente compatible con gases renovables como el biometano, que a día de hoy ya se está inyectando en la red gasista de España. Y, además, no requieren de adecuaciones e inversiones adicionales.

El tipo de equipo, tanto caldera de gas como bomba de calor, no otorga el “color verde” a una solución tecnológica. “El carácter renovable del sistema de calefacción viene determinado por la energía que lo alimenta”, afirman.

¿Puede funcionar mi caldera con gases renovables, como biometano e hidrógeno?

Las calderas de gas disponibles actualmente en nuestros hogares ya son aptas para el uso de gases renovables como el biometano y con hasta un 20% de hidrógeno renovable. Concretamente, el biometano se posiciona como una de las mejores opciones para la descarbonización del parque de edificios de viviendas de la Unión Europea porque no necesita ningún tipo de adaptación -ni de la infraestructura gasista ni del transporte ni de distribución hasta nuestras casas-, y además es 100% compatible con los equipos que ya tenemos instalados en nuestros hogares.

El biometano es una realidad y está circulando por la red gasista, también en España. Sin ir más lejos, un informe elaborado por Sedigas y PwC, afirma que la capacidad de producción de biometano es de 163 TWh/año, una cifra que permitiría cubrir alrededor del 50% de la demanda total nacional de gas natural o, lo que es lo mismo, más de tres veces el consumo actual de todos los hogares de nuestro país.

En cuanto al hidrógeno, la red gasista española ya está preparada para aceptar la circulación de hasta un 20% de este vector energético junto al gas natural convencional.

¿Qué es una caldera de condensación de alta eficiencia?

Las calderas de condensación son equipos eficientes y económicos que contribuyen a la descarbonización de los edificios, ya que, a día de hoy, son compatibles con los gases renovables. Entre sus principales ventajas, además de la reducción de emisiones, se encuentra la reducción del consumo energético en un 30% frente a las calderas convencionales, lo que también se traduce en un ahorro en la factura.

Además, son silenciosas porque utilizan una potencia muy baja para funcionar. Se trata de unos aparatos que son aptos para cualquier tipo de vivienda, tanto nueva como de construcción antigua, grande o pequeña, favoreciendo así la economía circular y una transición energética justa.

De hecho, como apunta Sedigas, las calderas de condensación, combinadas con la promoción del desarrollo potencial en España de los gases renovables, se posicionan como la alternativa más eficiente a nivel económico y con mayor probabilidad de éxito para acelerar la descarbonización del consumo energético de los hogares en nuestro país.

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¿Mi caldera puede ser cero emisiones?

Como hemos comentado anteriormente, las calderas de condensación de alta eficiencia que se están instalando actualmente pueden emplear gases renovables para su funcionamiento, convirtiéndola así en un equipo de emisiones netas cero de CO₂ y en una solución accesible y real para la lucha contra el calentamiento global. Por otro lado, las calderas de condensación también reducen hasta un 70% las emisiones de óxido de nitrógeno frente a las calderas convencionales, al trabajar a bajas temperaturas, lo que redunda en una mejor calidad del aire en nuestras ciudades.

¿Es muy caro instalar un sistema sostenible de calefacción en casa?

El coste de la instalación de una caldera de condensación de alta eficiencia es menor que la instalación de una bomba de calor y un sistema de aerotermia. Según informa Sedigas, el precio se aproxima a los 1.500 euros y la compra de la caldera se amortiza “en pocos meses”.

En contraposición, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha tasado el coste de las bombas de calor aerotérmicas en una horquilla entre 3.600 y 12.700 euros, a los que hay que sumar el coste de la instalación, estimado entre 2.000 y 8.000 euros (más IVA). En definitiva, la compra e instalación completa de estos sistemas puede sobrepasar los 20.000 euros, es decir, la renta media anual de un hogar en España (aproximadamente).

A nivel general, si se comparan ambas alternativas, la sustitución de las calderas por bombas de calor supondría un coste de 201.314 millones de euros, lo que equivale al doble del gasto público en Sanidad.

¿Se puede instalar una caldera de condensación de alta eficiencia en cualquier casa?

A diferencia de lo que ocurre con la aerotermia, que generalmente sólo es adecuada para viviendas con una superficie mínima de 105 metros cuadrados, una caldera de condensación puede instalarse en cualquier hogar e, incluso, en el mismo lugar en el que se encontraba la antigua, sin necesidad de hacer obras ni de abandonar la vivienda durante su instalación, y con una inversión mínima.

“Las calderas son adecuadas para todos los casos y prioritarias en edificios de menos de 105 metros cuadrados, ingresos bajos y reformas”, destaca la asociación. De hecho, las bombas de calor pueden resultar una solución muy adecuada para zonas de rentas altas y viviendas unifamiliares como los países del norte de Europa. Por el contrario, en España el 70% de las viviendas se encuentran en edificios multivivienda.

Por ejemplo, según Sedigas, la instalación de una bomba de calor en la cocina de una vivienda de 75 metros cuadrados obligaría a prescindir de otros electrodomésticos esenciales, como un frigorífico o una vitrocerámica, por cuestiones de espacio.