Porque el espacio sí que importa

Una de las primeras preguntas que se hacen los novios cuando comienzan a planear su boda es: ¿dónde nos casamos? Muchas parejas lo tienen claro, incluso antes de la pedida, pero la clave del éxito reside ahora en la originalidad para elegir los espacios más especiales y sorprendentes en los que darse el ‘sí quiero’.

Boda medieval en una fortaleza 

Un viaje en el tiempo hasta la Edad Media, donde los invitados y los novios vistan las mejores telas del reino y se sirva un banquete medieval, se ha convertido en una de las últimas tendencias en Aragón. Como si de Isabel de Segura y Diego de Marcilla se tratara, los novios pueden darse el sí quiero con dulzainas y antorchas en un castillo de los muchos que jalonan la Comunidad.

Si esta opción tan medieval entre fortalezas no convence, también existen otros lugares mágicos a los que viajar y hacer la ceremonia en un espacio original. Por ejemplo, en un pueblo abandonado e inmerso en la naturaleza o en una bolera de la capital aragonesa para una boda de lo más pintoresca y entretenida para los invitados.

'Sí quiero' en el cielo

Una de las opciones más locas para ponerle a tu pareja la alianza es hacerlo a más de 3.000 metros, mientras caes al vacío. Una boda con exceso de adrenalina y rozando el cielo. Todo comienza en una avioneta antes de lanzarse al vacío, lo que puede dar más vértigo, incluso, que el gran día. Una boda en el cielo con paracaídas puede ser el lugar más especial en el que una pareja puede casarse.

Una boda en el aire con los pájaros de testigos sirve para empezar la vida de casados con emoción. Los que se atrevan a dar este gran salto, desde el avión, tendrán muy difícil superar la originalidad en la fiesta de después de la ceremonia en las alturas. 

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