Navidad en primera línea: ¿cómo celebran estas fiestas los sanitarios?

Nochevieja, Nochebuena, Navidad, Reyes… durante estos días, es común que nos reunamos con nuestros seres queridos para celebrar cenas, comidas y reuniones. De hecho, es tan normal que muchas veces se da por hecho. Sin embargo, existen personas prestando servicios esenciales y enfundándose su uniforme, aunque la fecha del calendario esté marcada en rojo.

Un claro ejemplo es el personal sanitario. Andrea lo sabe bien: lleva décadas trabajando en un hospital público madrileño, y para ella ya es costumbre tener que trabajar alguno de esos días, vistiendo un gorro o espumillón encima de la bata; este año, prestará servicio en Navidad. “Es algo normal, va con la profesión que eliges y te acabas acostumbrando a ello”, cuenta.

Aunque sus compañeros actúan como una segunda familia, asegura que poder estar conectada con su casa hace que todo sea algo más llevadero: su hija, que ahora tiene 25 años, es la “encargada de retransmitir”, como explica Andrea entre risas, todo lo que va pasando durante la reunión familiar: “Me envía fotos y vídeos de la mesa, cuando van a cenar, para contarme cómo se ha vestido o si va a salir”, enumera.

Esta joven ha sido la responsable principal de que Andrea use con soltura su smartphone como una herramienta clave para salvar las distancias, para sentirse más cerca, “especialmente en Navidad”.

Cedida

Conectados para estar más cerca

“Este tipo de conexión me da la vida”, sostiene convencida la sanitaria, “porque ahora es mucho más fácil sentirme cerca de los míos”. Cuando ha entrado en un nuevo año desde el hospital, el teléfono ha sido su forma de unirse durante momentos clave, como las campanadas; eso sí, “siempre que la situación lo permita”: “Algunos años tengo que comerlas antes, después, corriendo… ¡depende de lo que toque!”, bromea.

El testimonio de Andrea es un ejemplo real del argumento que muestra la última campaña de Telefónica. Una compañía que trabaja para que la vida esté en continua conexión y hacer un mundo más humano, independientemente de la edad y la distancia.

A pesar de todo, en cierto modo esta profesional sanitaria es afortunada; puede compartir esas cenas, a veces atípicas, con compañeros a los que aprecia. “Siempre intentamos hacer algo especial, como celebrar una comida entre todos y cocinar algo especial”, apunta. “Ya que no estás con tu familia, intentas pasarlo bien con tus compañeros, aunque no se te olvide que estás trabajando”.

La situación vivida en el último año y medio ha sido, para ellos, especialmente dura. Aun así, mira al año 2022 con optimismo; esas conexiones que todos hemos creado en la distancia han tendido puentes para crear resiliencia, compañía y empatía hoy y en el futuro.