El cambio del concepto de cocina supuso el surgimiento de Ama Cocinas. Esta empresa familiar debe mucho a la transformación de esta habitación como espacio para hacer vida en familia. A principios de la década de los años 80 del siglo pasado, los padres de Ana Herruzo, actual gerente de la entidad, se decantaron por crear este negocio que, como ella misma indica, basa su filosofía en «escuchar al cliente, saber cuáles son sus necesidades y asesorarlo en base a ellas, siempre con atención y mimo».

La llegada de Ana a la empresa «tras haber crecido rodeada de planos, lápices, metros y revistas de decoración» supuso darle una visión actual y adaptada a los tiempos, «pero siempre manteniendo la calidad en el producto y la atención personalizada», algo que les caracteriza, remarca.

Ama Cocinas es una empresa que se ha especializado en la fabricación de muebles a medida. Esto es una ventaja frente al resto de sus competidores. «Podemos adaptarnos a cualquier situación y siempre con un producto de la más alta calidad, gran variedad de materiales y sin olvidarnos de ser competitivos», reconoce la máxima responsable de la entidad.

Cuentan con un servicio completo para la reforma integral de cocinas de todo tipo. Para un resultado óptimo, tienen una amplia cartera de gremios que buscarán soluciones a todos los problemas y las personas que se acerquen a Ama Cocinas solo tienen que preocuparse «de disfrutar de su compra». Todo con un lema que tiene muy interiorizado todo el equipo: «Cada cliente es diferente y, por lo tanto, cada cocina es única», sentencia orgullosa Herruzo sobre una frase que llevan por bandera en el día a día de Ama Cocinas desde que comenzaron con el negocio.

Nueva ubicación

El centro de Zaragoza fue la sede de Ama Cocinas durante 30 años. Desde su fundación, ofrecieron sus muebles a medida de calidad en un buen escaparate para afianzar su posición dentro del sector. Las ganas de crecer hicieron que tiempo después tuvieran que desplazarse fuera de la capital aragonesa y asentar su negocio en El Burgo de Ebro para poder ampliar sus horizontes. La ubicación les ha permitido «ampliar el servicio en todos los aspectos» al contar con parquin propio en sus instalaciones, un espacio para exponer sus creaciones más grande. Y todo a apenas unos kilómetros de Zaragoza. «Hemos notado que la atención se ha personalizado más si cabe, tomándonos todo el tiempo necesario para trabajar en nuestros proyectos, junto al cliente, en un ambiente en el que se respira calma», puntualiza Ana Herruzo sobre su nuevo emplazamiento que les permitirá seguir creciendo sin olvidar sus orígenes familiares y los valores de calidad y atención que les han hecho progresar desde su fundación hace tres décadas.