turismo con niños
Disfruta y pasea por el Monasterio de Piedra, un auténtico vergel
Este pintoresco escenario, donde el agua y la naturaleza ocupan un lugar privilegiado, se ha convertido en uno de los destinos turísticos más demandados de Aragón y el resto de España.
Si hay algo que atrae por igual a niños y mayores cuando deciden disfrutar de un día libre es hacerlo en un lugar con agua y vegetación, un espacio donde poder disfrutar de la naturaleza en estado puro y, si se puede combinar con pinceladas de arte y patrimonio, muchísimo mejor. Pues todo eso lo pueden encontrar en el Monasterio de Piedra, uno de los lugares más visitados de España, que se sitúa en la comarca Comunidad de Calatayud, a escasos kilómetros del término municipal de Nuévalos.
El Monasterio de Piedra es, como muchos turistas definen, un vergel en medio de la aridez del paisaje que lo rodea. Un lugar donde el agua es la gran protagonista, como puede confirmarse al hacer su recorrido y disfrutar de la cascada Caprichosa, la Trinidad, el lago de los patos y las grutas de la Pantera, de la Bacante y del Artista, anticipo de uno de los rincones más bellos del parque, la Gruta Iris, desde donde se contempla la cascada Cola de Caballo, la más alta del parque.
El interior de la gruta es un lugar donde la imaginación de los más pequeños puede desbordarse hasta límites insospechados, gracias a los pasadizos que la forman y el curso del agua que recorre toda la gruta. Un lugar inolvidable que es, además, el mejor emplazamiento para disfrutar de una vista única de la Cola de Caballo.
Tras esta inmersión en las oquedades del parque, el visitante puede disfrutar de decenas de zonas verdes, como el Vergel de Don Juan Federico Muntadas y otros lugares de descanso, en los que no faltan zonas habilitadas para que los más pequeños sigan divirtiéndose en los toboganes mientras sus padres toman un refrigerio.
Joya arquitectónica
Junto al parque, también merece la pena visitar el propio recinto monacal, del siglo XIII, una joya arquitectónica que conjuga elementos del arte Románico y Gótico y en la que los más pequeños podrán sorprender a sus acompañantes con los conocimientos en arte e historia que hayan adquirido a lo largo del curso. Gracias a una serie de códigos QR colocados a lo largo del recorrido, el visitante podrá descargarse información sobre el parque, así como de la zona monumental exterior e interior del monasterio, como su famosa cocina.
Porque fue en el Monasterio de Piedra donde sus monjes pudieron cocinar y probar el primer chocolate a la taza de Europa. Y eso fue posible, porque, al parecer, uno de los acompañantes de Hernán Cortés en la conquista de México, Fray Jerónimo de Aguilar, monje del Císter, envió una remesa de granos y la receta al abad Antonio de Álvaro, que vivía en el recinto aragonés. Y de esta manera, en 1534, los hermanos comenzaron a elaborar el ‘alimento de los dioses’ en la comarca Comunidad de Calatayud.
Dormir en el siglo XII
Una vez visitadas las cocinas del antiguo recinto monacal, seguro que los pequeños y sus familias habrán hecho apetito, por lo que tienen la opción de detenerse en el restaurante 'Piedra Vieja' o acceder al complejo del hotel monumento y disfrutar de los suculentos menús que elaboran en el restaurante 'Reyes de Aragón', además de tomarse un refrigerio en otros espacios como el bar-cafetería 'El Granero'.
Y aquellos que quieran prolongar su estancia y dormir en el hotel, podrán hacerlo en las antiguas habitaciones donde moraban los frailes, adaptadas al siglo XXI, con todo lujo de detalles y comodidades para que la estancia resulte muy especial. Para estos clientes, el hotel cuenta con una piscina al aire libre para la época estival, donde los más pequeños de la casa gozarán al máximo.
Por otro lado, el Monasterio de Piedra pone a disposición de todos los visitantes y huéspedes del hotel, mayores de 14 años, un servicio de SPA diseñado para disfrutar de las sensaciones de luz, sonido y agua bajo bóvedas medievales. Un juego de luces ilumina la zona de aguas creando un ambiente único que invita al relax y al disfrute de los sentidos.
Un viaje inolvidable, a un lugar único, el Monasterio de Piedra, que aúna naturaleza, cultura y relax para que su visitante aproveche al máximo su estancia en este enclave tan singular.
Cientos de especies
• Uno de los emplazamientos más curiosos del parque es su piscifactoría, que fue la primera construida en España. Allí es posible disfrutar de las idas y venidas de la trucha ibérica en un impactante entorno natural.
• El Parque da cobijo a especies poco comunes, como el ciervo volador, el escarabajo más grande de Europa, o el mirlo acuático, ave que solo vive en aguas limpias, bien conservadas y en las que pueda encontrar abundancia de invertebrados acuáticos.
• El recinto es también e lugar elegido por muchas especies de rapaces que anidan de forma natural en los cañones del río Piedra: buitre leonado, halcón peregrino, alimoche, búho real y, en los árboles, cárabos y autillos. Y muy cerca de este enclave hay ejemplares de águila real, milano real y aguiluchos laguneros.
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