Heraldo del Campo

premio al impulso cooperativo

Más de un siglo defendiendo los derechos de los agricultores a base de diversificación y apoyo

Gallicum, nacida de la fusión de una cooperativa de Zuera y otra de San Mateo de Gállego, aglutina a más de 700 socios que producen cebada y trigo tanto para piensos como para alimentación humana.
Presente en 13 grupos de cooperación, otorga un peso notable a la investigación, trabajando en ensayos para impulsar el cultivo en la zona.

Gala de los Premios HERALDO DEL CAMPO 2023, en la sede de Caja Rural de Aragón en Zaragoza
Toño Romé recibió el premio de manos de Luis Ignacio Lucas, director general Caja Rural de Aragón.
Guillermo Mestre

"Para nosotros es importante que se reconozca la labor que la organización lleva tantos años desarrollando. Contamos con un volumen agrícola pequeño, pero con una dimensión importante en el sector cooperativo aragonés, algo que ha sido posible porque hemos sabido diversificar no solo en las áreas lógicas de una cooperativa, sino que hemos apostado por llegar a todos los servicios que puedan beneficiar al agricultor, como el de asesoramiento o el de correduría de seguros". Así resume Toño Romé, presidente de Gallicum, lo que les supone recibir el galardón al Impulso Cooperativo.

Nacida de la fusión de las centenarias cooperativas de San Licer de Zuera y San Mateo Apostol de San Mateo de Gállego, aglutina a más de 700 socios que producen cebada y trigo para fabricación de piensos y semillas, así como cebada maltera y trigo duro para alimentación humana. "Hemos construido lo que tenemos por funcionar como colectivo, porque como agricultores individuales no somos nada, pero como conjunto sí tenemos algo que decir en compras, mercados globales e investigación", agrega.

Gallicum otorga un peso notable a la I+D+i, participando en ensayos para impulsar el cultivo en la zona e investigando aspectos como las posibilidades de la producción de plantas aromáticas y medicinales. "Para la cooperativa es esencial poder estar en la vanguardia del sector agrario e influir en lo que investiga, porque sabemos cuáles son los mejores cultivos para la zona. Por eso estamos en 13 grupos de cooperación, en algunos de la mano de universidades como Zaragoza, Roma o Granada", indica el responsable de Gallicum, haciendo hincapié en que su objetivo principal es dar un servicio "integral" al agricultor.

Distinciones de honor

Gala de los Premios HERALDO DEL CAMPO 2023, en la sede de Caja Rural de Aragón en Zaragoza

Arrocera del Pirineo

Constituida en 1996 como cooperativa de segundo grado agrupando a unos 90 arroceros aragoneses pertenecientes a las cooperativas Virgen de la Oliva de Ejea, San José de Sádaba y Osca de Alcolea del Cinca, Arrocera del Pirineo se ha convertido en una referencia en el sector. Con su marca Brazal comercializa las distintas variedades de arroz que se producen en campos situados a mayor altitud que cualquier otra región productora de España, que pelean con las temperaturas más bajas y se riegan con las aguas más limpias, puras y frías, procedentes del deshielo de la nieve de los Pirineos. 
"A pesar de los problemas para producir arroz en las condiciones agroclimáticas de Aragón y de las dificultades comerciales por ser un producto muy globalizado, el balance de nuestra trayectoria es positivo porque Arrocera del Pirineo ha conseguido llegar al consumidor final con un producto 100% aragonés y un arroz de gran calidad culinaria", explica Susana Hernández, directora general de la empresa. 
Con la misión de ofrecer a los consumidores la oportunidad de disfrutar de un arroz monovarietal de una calidad "extraordinaria", buscando el compromiso y la protección de sus agricultores y defendiendo valores como "la exclusividad, la profesionalidad, la cercanía y la transparencia", la responsable de la empresa señala que constituyen "un punto de unión" entre el consumidor final y el productor, haciendo que la relación entre ambos sea "más directa y transparente".

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Gala de los Premios HERALDO DEL CAMPO 2023, en la sede de Caja Rural de Aragón en Zaragoza

Sociedad Cooperativa Comarcal del Campo San Braulio

La Sociedad Cooperativa Comarcal del Campo San Braulio, ubicada en Híjar, trabaja para la recepción, almacenamiento y comercialización de los productos agrícolas de sus socios, que aunque tienen como actividad principal el cultivo de cereales, que son comercializados en las principales fábricas de piensos, también producen melocotón amarillo tardío embolsado de alta calidad. 
"La distinción supone una gran satisfacción porque reconoce el trabajo de tantos años y, sobre todo, la etapa de inversiones y crecimiento en la que estamos inmersos. Hemos invertido casi un millón de euros en la nave que ya teníamos y también en otra nueva de 2.000 metros cuadrados destinada a almacenar y fabricar pienso. Asimismo, hemos adaptado la central frutícola para cumplir con las nuevas exigencias de seguridad alimentaria y para contar con un envasado más eficaz", explica Enrique Clavero, gerente de la entidad. 
Contando con un total de 169 socios y disponiendo de más de 12.000 metros cuadrados de instalaciones, la cooperativa comercializa, además, aceite de oliva virgen extra de la comarca del Bajo Martín y produce la fruta "sin pasar por ningún intermediario", aportando al consumidor "seguridad agroalimentaria y calidad", y trabajando de manera artesanal.
"Llevamos muchos años en el medio rural intentando que el negocio sea sostenible, y en una zona despoblada como esta, empresas como la nuestra son muy importantes, porque ayudan a fijar población", concluye Enrique Clavero.

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REALIZADO POR AML
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