Cuando la experiencia y la pasión avalan el éxito

Hace casi cuatro décadas, Miguel Lana Romeo decidió comenzar un nuevo proyecto vinculado al mundo del motor. Unos inicios que fueron la semilla de la empresa aragonesa Gedesel, pero de los que poco queda ya. Debido a las demandas de los clientes, esta empresa se transformó de manera radical, centrándose en instalaciones y montajes eléctricos y su mantenimiento.

«De la reparación de motores se pasó a la instalación de los mismos, siendo este el inicio de la empresa tal y como es ahora, realizando instalaciones industriales que abarcan todos los ámbitos», explica su hijo, Javier Lana, quien junto a sus dos hermanos ha tomado el relevo al fundador siguiendo el negocio familiar. «Nuestro padre nos inculcó la profesión desde pequeños por lo que adquirir los conocimientos fue algo muy natural», explica Lana. Los valores y el respeto por el trabajo que este trasmitió durante la infancia y juventud de esta nueva generación han sido las bases que les han permitido «consolidar a la empresa y llevarla hasta lo que es hoy», como explica.

Esta entidad cuenta en la actualidad con una plantilla de 50 puestos fijos y 15 flotantes. Un equipo humano que, como afirma Lana, es «esencial para la empresa», la cual presta un interés especial en la realización de una correcta prevención de riesgos laborales.

Apuesta por Aragón

Gedesel tiene unos vínculos muy fuertes con la región. Una unión con el territorio que se puede observar tanto en su cartera de clientes, ya que la empresa «cree y confía en entidades aragonesas al igual que en proveedores locales», como en sus acciones de responsabilidad social. Dentro de su apuesta clara por la Comunidad, colabora con diversas entidades aragonesas sin ánimo de lucro. Además, en su empeño por fomentar el empleo y la preparación de los jóvenes, la empresa ofrece prácticas que sirven para que los alumnos de las escuelas de formación tengan un primer contacto con el mundo laboral. Asimismo, realizan una apuesta por el deporte aragonés siendo patrocinadores de competiciones de diversos ámbitos como el ciclismo, el fútbol sala y otras actividades físicas como el pádel, estando presente en torneos con fines benéficos. Su labor y resultados, junto a su compromiso social, son el reflejo de una espectacular progresión que se muestra alentadora de cara al futuro, ya que la entidad se va encaminado hacia la especialización en procesos industriales y su mantenimiento aplicando soluciones actuales, pero siempre teniendo muy en cuenta el valor que aporta la experiencia.

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