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"Los valores que me inculcó Jesuitas me han ayudado a llegar donde estoy"

Enrique Clemente terminó su etapa escolar en el colegio del Salvador en 2017. Ahora, aquel chico
con una media de notable, sobresale en el fútbol profesional mientras estudia en la universidad.

Enrique Clemente posa en el campo de fútbol de su antiguo colegio.
Enrique Clemente posa en el campo de fútbol de su antiguo colegio.
Colegio del Salvador

Más allá del tamaño de los patios, de los campos de fútbol y de baloncesto, o de la tecnología presente en las aulas de un colegio, cuando una familia debe enfrentarse a la difícil decisión de escoger el centro adecuado para sus hijos, conviene atender a los valores añadidos que les permitirán alcanzar cualquier meta que se propongan en el futuro. El sueño de Enrique Clemente Maza (Zaragoza, 1999), exalumno de Jesuitas, era convertirse en futbolista profesional y, gracias en buena parte a la educación que recibió durante su etapa escolar, lo ha hecho posible. "Estoy muy agradecido a mis padres ya que tomaron la decisión correcta. El colegio me aportó unos valores y una forma de ver la vida que me han ayudado mucho y van a seguir haciéndolo", confiesa el defensa del Real Zaragoza. 

"Aprendí a aprovechar cada rato libre, a valorar el tiempo y a exprimirme, a dar lo mejor de mí".

Precisamente, el colegio del Salvador se basa, desde su fundación en 1555, en unos principios de fe, de fuerza y de vocación para orientar a sus alumnos a ser personas adultas competentes, conscientes, compasivas y comprometidas. El pilar de su formación es el ‘saber básico permanente’, un proyecto que se sustenta en unos sólidos resultados académicos y en el cuidado personal de cada uno de sus estudiantes.

La faceta más personal

Así se ha modelado la figura de Clemente, un chico "tranquilo" al que le gusta rodearse de personas que transmitan buenas vibraciones. Desde que el Real Zaragoza lo incorporara para sus categorías inferiores, en el equipo alevín, Clemente tuvo que saber compaginar deporte y estudios. "Aprendí a aprovechar al máximo cada rato libre que tenía, algo que me ha servido para valorar el tiempo y dar lo mejor de mí. Era, y soy, muy trabajador, aunque no pasara del siete u ocho", bromea.

De media académica notable, Clemente sobresale actualmente en el fútbol profesional, mientras sigue conciliando su faceta deportiva con los estudios de Administración y Dirección de Empresas en la universidad.

El joven central zaragozano recuerda con gran cariño los años que pasó en su antiguo colegio, donde comenzó a dar patadas al balón: "Empecé en benjamines y jugué durante dos años. Éramos una generación de buenos amigos y futbolistas que culminó con un ascenso en nuestro segundo año".

Clemente observa unos libros junto a tres antiguos profesores.
Clemente observa unos libros junto a tres antiguos profesores.
Colegio del Salvador

Lo que se inició como una extraescolar se convirtió en una pasión que Clemente disfrutaba a diario. "Nos pasábamos todos los recreos jugando al fútbol. Montábamos grandes partidos de alta competitividad e intensidad. Se respiraba un ambiente muy bueno", relata. Dentro del aula, su asignatura favorita eran las Matemáticas, aunque reconoce que, fuera de ella, se decantaba por la Educación Física como la que más le "entretenía y divertía".

Clemente anima a todos los padres que buscan un nuevo colegio para sus hijos a que elijan Jesuitas: "No se arrepentirán. El ambiente que se crea es el de un colegio en el que los niños tienen ganas de ir, de aprender, de vivir experiencias nuevas. Se hace muy llevadera la estancia en él". Ello se refleja en el informe de El Mundo sobre centros privados y concertados, ‘Los 100 mejores colegios de España’, en el que el colegio del Salvador ha sido elegido como el mejor de Aragón y el decimoquinto de España, con una valoración de 96 puntos sobre 100.