en colaboración con aragón robotics

Los robots ya han llegado... a los restaurantes

Los camareros autómatas transportan platos, amenizan el servicio y divierten a los niños, además de servir de irresistible reclamo.

Francisco Cembrano, de Aragón Robotics, con el robot camarero.
Francisco Cembrano, de Aragón Robotics, con el robot camarero.

No son construcciones del futuro ni personajes de la ciencia ficción, los robots forman parte de nuestra vida cotidiana y prueba de ello es que ya pueden servir un menú en los restaurantes aragoneses.

Quien haya pasado por las mesas de La Lobera de Martín últimamente o haya disfrutado de un picoteo en el Bachimala de Jaca este mismo mes ya habrá podido comprobar que los robots han llegado al presente para quedarse. Así lo confirman desde Aragón Robotics, la empresa responsable de importar estos autómatas desde Hong Kong, que ve numerosos beneficios en incorporarlos a la hostelería: "Su función principal es la de transportar los platos y complementar la labor del camarero, no sustituirlo, de manera que este pueda ahorrar tiempo en los desplazamientos e invertirlo en la atención al cliente", explica Francisco Cembrano, uno de los responsables de la compañía. Pone como ejemplo que, en un servicio en el que haya una distancia entre la cocina y el comedor de 30 metros, el robot puede transportar una media de hasta 300 platos, aportando mayor agilidad y rapidez.

aragón robotics
Emailinfo@aragonrobotics.es

Cada uno de ellos cuenta con cuatro bandejas inteligentes, equipadas con sensores y luces led, en la que caben dos platos con comida, ocho en total. Cuando el robot llega a la mesa se iluminan las bandejas que contengan lo que se ha pedido y es el camarero quien sirve a los comensales. Si se trata de platos vacíos o sucios, puede transportar hasta 50 en un solo desplazamiento.

El camarero autómata tiene una cara simpática, una conversación amable y puede almacenar música, así que lo tiene todo para encandilar a los más pequeños de la casa, que podrán interactuar con él, incluso acariciarlo. Eso sí, si tiene que volver al trabajo, él mismo se lo hará saber.

"El camarero puede ahorrar tiempo en los desplazamientos e invertirlo en la atención al cliente"

Además, pueden programarse otras funciones. Una de ellas es la de crucero, que permite que el robot recorra una determinada distancia lanzando mensajes promocionales a los transeúntes, llamando su atención y sirviendo de reclamo. Otra función es la de bienvenida, adecuada para aquellos locales grandes que cuenten con recepción y necesiten acompañar a sus clientes a una mesa o a una sala de espera.

El producto estrella de Aragón Robotics, que también está funcionando con éxito en varias ciudades españolas, dispone de una batería que dura hasta 12 horas y que es recambiable, lo cual garantiza un servicio de 24 horas los siete días a la semana. Su precio se sitúa sobre los 11.000 euros e incluye la instalación, la garantía y el seguimiento para hacer los ajustes precisos. Desde la compañía aragonesa, se apunta que a través de un servicio de ‘leasing’ acordado con el banco, el coste podría suponer unos 250 euros al mes durante cinco años. 

REALIZADO POR BLUEMEDIA STUDIO
Este contenido ha sido elaborado por BLUEMEDIA STUDIO, unidad Branded Content de Henneo.