Según la Agencia Internacional de la Energía, el transporte de mercancías es responsable del 10% de las emisiones globales de CO2, y, de ellos, los traslados por carretera suponen el 75 % del total. Por ello, el interés en frenar este impacto ha movilizado iniciativas internacionales y colaboraciones entre empresas e instituciones a nivel mundial para reducir las emisiones de CO2. Un claro ejemplo reside en el ‘New Green Deal’, impulsado por la Unión Europea, que actúa como un eje de actuación.

La logística verde no solo es una manera de contribuir a la conservación del medio ambiente y reducir la huella e impacto de la actividad de una empresa en su entorno, sino que también genera beneficios económicos y sociales para las compañías que deciden implementarla, tales como la reducción de los gastos, el cumplimiento de las regulaciones propias de cada país o la mejora de la imagen corporativa.

Cómo implementar la logística verde

Una forma de implementar la logística verde en una empresa del sector de la distribución de mercancías es integrar herramientas tecnológicas como APIs. Estos recursos permiten medir y controlar el impacto de la actividad logística en el entorno y ayudar a tomar decisiones para reducir la huella de carbono. Con ellos, se permite iniciar la evolución hacia una actividad verde a través de distintos puntos. El primero se centra en identificar los puntos críticos de la cadena de suministro, analizando los procesos y determinando los puntos que generan más emisiones de CO2 o consumen más recursos. Una vez identificadas estas cuestiones, el siguiente paso es definir las metas de reducción de contaminaciones y establecer un plan de acción para alcanzarlas.

A la hora de planear esas prácticas sostenibles que conformarán el plan, es momento de identificar las que es posible implementar en la empresa, como el uso de vehículos eléctricos o de hidrógeno verde, la optimización de rutas y el uso de materiales reciclables, para, posteriormente, medir su impacto y evaluar el progreso.

Otro cambio sustancial es la importancia que ha adquirido el transporte intermodal para reducir el impacto de los traslados por carretera. Combinarlo con traslados de mercancía por varios medios es la forma de mejorar la eficiencia y rentabilidad de las operaciones.

Los beneficios que generan estas medidas lograrán para la empresa una mayor eficiencia operativa, una reducción de gastos y la mejora de la imagen y reputación corporativa.