La economía circular resulta crucial para afrontar un desarrollo sostenible. Sobre esta premisa se articuló la mesa redonda que tuvo lugar en HERALDO la pasada semana, acerca de la situación actual de este modelo productivo, de los nuevos desafíos y de cómo se vislumbra el futuro. Participaron el director de Comunicación Área Norte de Coca-Cola European Partners, Gonzalo Márquez; el divisional SHEQ Manager de Atlas Copco, Jorge Ortiz, y la directora del grupo de Economía Circular de Circe, Carmen Bartolomé.

El debate fue moderado por la periodista Carolina Iglesias, quien quiso comenzar preguntando a los participantes cómo se articula este nuevo modelo productivo en las empresas. En Atlas Copco, según explicó Jorge Ortiz, se parte de un análisis de contexto y, después, se mide el impacto en el medioambiente. "Calculando la huella de carbono ya tenemos criterios para priorizar –expuso–. Sabemos que, siendo fabricantes de maquinaria, nuestro mayor impacto está en la fase de uso y es en ella en la que nos centramos más para mitigar emisiones".

Por su parte, Carmen Bartolomé narró cómo desde Circe se apoya a las empresas en su apuesta por la economía circular. "Estamos haciéndolo en distintas fases, pues depende de cada compañía –aseguró–. A algunas empresas les ayudamos a analizar el proceso y les ofrecemos nuevas formas de mejorar su circularidad;a otras les impulsamos a desarrollar nuevas vías de reciclaje y a otras a estudiar su punto de partida". En el Centro Tecnológico también asesoran respecto a la energía: "En el último año ha sido un varapalo para todos los negocios. La economía circular implica también pasar de los combustibles fósiles a las energías renovables y hay diferentes modos de hacerlo".

Gonzalo Márquez, portavoz de Coca-Cola, opinó que la circularidad precisa gastos muy potentes. "Hay empresas que tenemos la fortuna de poder dedicar fuertes inversiones, pero no resulta fácil", reflexionó. Coca-Cola es consciente de que la mayor huella de carbono de toda su cadena se encuentra en los envases, en torno al 70%.

Respecto a las inversiones que implica este cambio de modelo, Coca-Cola está trabajando duro para que el público perciba su balance verde. "Es necesario contar lo que hacemos para que la sociedad se entere –aseguró Márquez–. De hecho, hay inversores que solo quieren participar en empresas que cumplen unos cánones de sostenibilidad. Hacer las cosas bien tiene premio".

Jorge Ortiz reconoció que para Atlas Copco este nuevo modelo implica un gasto. Solo en su fábrica de Zaragoza, supone un incremento de medio millón de euros al año. "Obviamente eso va a tener una repercusión positiva, favorecerá la sostenibilidad de nuestra empresa y atraerá inversiones, lo cual es bueno para nosotros y también para la sociedad aragonesa y española", añadió. Estos costes van a ser para todas las empresas: "No nos engañemos –continuó Ortiz–, las energías verdes se van a imponer". En su caso, acaban de cambiar el propano por el biopropano y están trabajando para sustituir todos sus combustibles y no usar gasóleo. "Igual que Coca-Cola concentra sus esfuerzos en reducir la huella en sus envases, nosotros queremos lograrlo en la fase de uso. Todo lo que consigamos disminuir va a tener un impacto importante".

Desde Circe, se está intentando evitar que algunos negocios se queden fuera por los altos costes de adaptación a la circularidad. "Hay empresas que van a necesitar ayuda y hay algunas que son difícilmente modernizables. Va a ser mucho más sencillo para aquellas que empiecen antes o las que lo hagan de manera regular", aseveró Bartolomé.

Aránzazu Navarro

Implicación de la cadena de suministro

Respecto al resto de los agentes, las empresas han de alinear también a sus proveedores y clientes en esta apuesta sostenible. Desde Coca-Cola están llevando a cabo una gran cantidad de iniciativas, tal como explicó su directivo: "Para 2040 queremos ser neutrales en huella de carbono. La sociedad nos pide que colaboremos". La hostelería, segmento fundamental para Coca-Cola, es objeto de varios proyectos de la multinacional: por un lado ‘Hostelería #PorElClima’, llevada a cabo con la colaboración de Ecodes, por el que más de 6.000 establecimientos hosteleros ya se benefician en España de una sencilla herramienta de ayuda para reducir su impacto sobre el medioambiente. Por otro lado, Coca-Cola tiene para 2023 la aspiración de volver "a poner de moda la botella de cristal". Los motivos son muchos: se trata, con seis años de vida media, de su envase más sostenible, además de ser el más icónico y elegante.

Por su parte, Jorge Ortiz explicó que lo primero que hizo al llegar a Atlas Copco fue firmar un código ético empresarial, que se aplica tanto a los trabajadores como a toda la cadena de suministro. "Está claro que no se puede compensar la huella de carbono, eso es como tirar el problema a otro sitio", aseguró el empresario, para quien la velocidad de los cambios la imponen los clientes. "La sociedad nos demanda ser más verdes y limpios y estamos trabajando en ello. Además, estamos obligados a hacerlo extensivo a nuestros proveedores y a nuestra cadena de suministro".

La moderadora del debate quiso saber acerca de los perfiles laborales que exige este nuevo modelo productivo. La representante de Circe fue tajante: son perfiles nuevos y escasos. "Por eso contar con nosotros es una ventaja –añadió–, porque a veces actuamos en cierta manera como departamento de innovación. En el último año y medio ha cambiado el panorama mucho". Parte del problema es que hay especializaciones que son tecnologías muy nuevas: "Nosotros ofrecemos profesionales a las empresas que no tienen que incorporarse a las plantillas", dijo.

"Creo que hoy cuesta encontrar perfiles en general –añadió Jorge Ortiz–. Y más si queremos igualdad de género. Pero yo, que he vivido muchos cambios, pienso que se siguen demandando, igual que antes, ingenieros, físicos, químicos, matemáticos... pero deben reinventarse y adaptarse".

Coca-Cola, por su parte, tiene trabajadores muy pendientes del mercado para aprovechar proyectos sostenibles y darles su apoyo. En muchos aspectos, se encuentran buscando "cosas que aún no existen", tal como expuso Gonzalo Márquez: "Buscamos reducir envases pero no queremos dejar de vender, así que buscamos envases diferentes, como una botella de papel, a punto de conseguirse. Estamos cerca de obtener soluciones innovadoras y frescas", aseveró.

La cuestión es: ¿se logrará el objetivo de la UE de alcanzar la neutralidad climática en 2050? Coca-Cola se ha propuesto hacerlo 10 años antes. En opinión del directivo de Atlas Copco, se conseguirá y la ciencia es la que va a dictar la velocidad y el camino. "Para eso están algunos programas de la UE, que van alineados con los retos", añadió la portavoz de Circe, para quien uno de los grandes desafíos es la separación de residuos. Según dijo, cuanto más se separe en origen más se facilita que la tecnología funcione bien después. "Nosotros trabajamos mucho ahora con los residuos porque es la nueva fuente de materias primas y de energía. Y el mercado de los gestores de residuos es un mercado complejo", aseguró Bartolomé. Ante el hecho de que hay otros países más adelantados que España en materia de economía circular, la experta de Circe cree que es porque la legislación se promulgó más tarde. Y, ¿qué pasará a partir de 2050? Ante esa cuestión todos se mostraron unánimes: habrá nuevos retos climáticos que alcanzar.