"Capacitar a las personas para participar en las actividades de vida diaria. Desde lograr pequeñas cosas del día a día, como coger una cuchara y llevártela a la boca, hasta algo tan grande como volver a trabajar tras haber sufrido una enfermedad, ya sea física o mental". Así explica Marta Marín, presidenta del Colegio Profesional de Terapeutas Ocupacionales de Aragón (Coptoa), la importancia de esta figura en la sociedad y su contribución a la salud y el bienestar de las personas.

Lo hace con motivo de la celebración, hoy, 27 de octubre, del Día Mundial de la Terapia Ocupacional, una cita para la que la Federación Mundial de Terapeutas Ocupacionales (WFOT, por sus siglas en inglés), entidad que la promueve, ha escogido como lema ‘Oportunidad+Elección: Justicia’. "Hace referencia al cumplimiento del derecho de todas las personas a participar en las ocupaciones que se necesitan para sobrevivir, porque las definen como significativas y porque contribuyen positivamente a su propio bienestar y al de sus comunidades", explica Marín. "Desde poder levantarse y desayunar hasta el desempeño de roles familiares, pasando por ir a trabajar o disfrutar de actividades de ocio y tiempo libre. Es interesante pensar en todas las ocupaciones que hacemos en nuestro día a día y qué ocurriría si no pudiéramos hacerlas", añade.

Reivindicaciones

En la actualidad, Aragón cuenta con más de 600 colegiados, que en su gran mayoría desempeñan su labor profesional en el área de la geriatría, si bien cada vez son más reconocidos y demandados en otras especialidades. La pediatría, la psiquiatría, las discapacidades físicas o sensoriales, las alteraciones del aprendizaje, los cuidados paliativos, la marginación y pobreza o las dependencias son otros de sus campos de actuación.

Aprovechando la celebración de este día, la presidenta del colegio profesional reivindica "el conocimiento de lo que es realmente la terapia ocupacional" y reclama que, a pesar de pertenecer a la rama sanitaria, esta figura no está presente en hospitales, consultas de atención primaria y centros de especialidades. "Por ley, es obligatorio que estemos en los centros ocupacionales, aunque la realidad es otra", explica. "Además, en los servicios de Atención Temprana, no siempre estamos como terapeutas, y en geriatría nuestra presencial es testimonial debido al tipo de contrato y ratio", añade en referencia a la falta de reconocimiento a la que tienen que hacer frente estos profesionales. Marín señala también que en otros países europeos esta figura está presente en espacios educativos, en el sistema penitenciario y en empresas ordinarias para la adaptación del puesto de trabajo.

El intrusismo laboral es otra de las cuestiones que más afecta a este colectivo: «Aunque nos conocen en otros ámbitos y nos reclaman, es muy difícil poder tener esa primera oportunidad y realizar terapia ocupacional, lo que disminuye la demanda de profesionales de nuestra rama», explica la presidenta. "Así, cuando es necesario, por ejemplo, una reeducación de las actividades de la vida diaria, como comer, vestirse, limpiar la casa o hacer la comida, no hay terapeutas disponibles y se recurre a otra figura que no es la adecuada ni para el paciente ni para la administración", concluye.