Que el saber no ocupa lugar es algo que venimos escuchando desde el principio de los tiempos, de generación en generación. Cuanto más conocimientos se adquieren a lo largo del periodo formativo, mayores son las posibilidades de acceder a un empleo de calidad, bien remunerado y acorde con el nivel de estudios realizados. 

Según el Barómetro de Empleabilidad y Empleo Universitarios (Edición Máster), elaborado por la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas, el 53,7% de los titulados realiza un máster para ampliar su formación y un 35,1% lo hacen para ver cómo mejora su situación laboral y puede acceder a otro empleo más acorde con sus inquietudes y expectativas de futuro.

De hecho, en el mismo informe se indica que aquellos alumnos que realizan algún tipo de formación de postgrado tienen un porcentaje mucho mayor de incorporarse en buenas condiciones al mercado laboral. Así lo avalan las cifras de ese documento, donde, según la muestra analizada, más del 50% de los alumnos que cursaron un máster obtuvieron su primer empleo antes de que pasara medio año de la finalización de su formación. Y otro dato, todavía más positivo, casi un 27% encontraron su empleo antes de los tres primeros meses.

Eso lo saben muy bien los miles de alumnos que todos los años se matriculan en alguno de los másteres homologados por los centros educativos nacionales e internacionales, públicos y privados. 

Titulaciones que van en aumento, al igual que ocurre con las cifras de alumnos matriculados. De hecho, según un informe reciente, el número de estudiantes de máster ha ido aumentando en los últimos años: de 190.143 matriculados en el curso 2016-2017 se pasó a alcanzar los 205.049 en 2017-2018.

Un máster proporciona un valor añadido a las personas que quieren incorporarse al mercado laboral por primera vez en su vida y también a las que ya están y quieren mejorar sus expectativas de trabajo. Además, es un factor diferenciador con respecto al resto de personas que quieren acceder a ese mismo empleo. Y hace que quienes lo cursan tenga una mayor confianza en sí mismos, ya que cuanto más formados estén, más posibilidades hay de que encuentren un trabajo adecuado a su formación y a sus expectativas.

Ayuda para el empleo

Un informe reciente elaborado entre usuarios del portal ‘Avanza en tu carrera’ apunta que  el 72,4% de los entrevistados considera que realizar estos cursos ayuda a encontrar empleo. Además, se matiza que los empleados que cuentan con este tipo de formación suelen cobrar salarios más elevados, que en algunos casos pueden llegar a ser hasta un 54,4% más que el sueldo de las personas que tienen una preparación inferior.

En un mercado laboral tan globalizado y tan competitivo como el actual, la formación es cada vez más importante, y los grados dotan de una serie de competencias que los estudios universitarios no suelen dar. Por ejemplo, su visión es mucho más práctica y menos teórica que las clases de las distintas diplomaturas.

Además, los másteres son muy flexibles y su contenido se puede adaptar rápidamente a las necesidades del mercado laboral, algo que no ocurre con los planes de estudio universitarios, que son más rígidos.

Otro aspecto muy importante de estos estudios es la amplia red de contactos que se suele establecer entre las personas que los cursan. El hecho de que algunos alumnos sean trabajadores en activo permite a sus compañeros ir tejiendo una red de relaciones que le serán muy útiles en un futuro más o menos inmediato, de manera que las opciones profesionales se multiplican considerablemente.

Más información en el especial Másteres y Postgrados