Vertebrar el territorio aragonés y mejorar la vida de sus vecinos a través de las telecomunicaciones. Esta ha sido la filosofía de trabajo de Embou desde el año 2003, fecha en la que comenzó a trabajar para ofrecer servicios de internet y telefonía a particulares y empresas del medio rural aragonés.

De esta manera, esta empresa del Grupo MásMóvil, cuarto operador de telecomunicaciones en España, apostaba firmemente por favorecer la igualdad de oportunidades entre el entorno rural y el urbano. Y lo hacía frenando la despoblación y haciendo que los territorios a los que llega sean más competitivos porque, tal y como se ha demostrado en la pandemia, una buena red de comunicaciones es clave para mantenerse y avanzar.

En un principio, su marco de actuación fue el mundo rural, pero desde 2020 facilita servicios de internet y telefonía en las ciudades de Zaragoza, Huesca y Teruel, así como en las principales cabeceras de comarca.

De hecho, ya son más de 1.200 las localidades conectadas, de las cuales más de 560 lo hacen con fibra óptica, la más moderna y sofisticada tecnología, y se prevé que a final de 2021 serán más de 630 los municipios que contarán con fibra óptica en todo Aragón.

Todo esto implica que más de un millón de habitantes van a estar conectados a través de esta tecnología a final de año y podrán navegar a alta velocidad. "Nuestro objetivo es seguir vertebrando el territorio aragonés a través del desarrollo de un servicio que actualmente resulta tan primordial como las telecomunicaciones, con nuevos despliegues de fibra óptica en el entorno rural. También estamos centrados en generar valor a los usuarios incorporando nuevos servicios que mejoren su calidad de vida, como atenciones que haremos llegar a nuestros mayores", apunta Jorge Blasco, CEO de Embou.

Desde la compañía aseguran que, aunque la fibra óptica no puede llegar a todos los hogares, ellos ofrecen una buena alternativa para acceder a más del 96% del territorio aragonés: la tecnología Wimax y otras tecnologías inalámbricas.

Mejora de red

La operadora aragonesa está trabajando actualmente con hasta 600 Mb en fibra óptica y de forma paralela mejora su red inalámbrica para ofrecer velocidades en torno a los 100 Mb, velocidades que se adecúan al incremento del 80% de la demanda surgido desde el inicio de la pandemia.

Una amplia oferta con la que crean grandes sinergias, ya que Embou tiene "un fuerte compromiso social y local. Siempre tratamos de apostar por proveedores locales que tengan un arraigo claro en Aragón y por políticas comerciales que tengan en cuenta el actual contexto socioeconómico", señala Jorge Blasco, CEO de Embou. 

Por todo Aragón

Gracias a su esfuerzo, Embou está consiguiendo que Aragón sea una de las regiones mejor conectadas de España. Para ello, mantienen una comunicación fluida con los ayuntamientos y comarcas para poder ampliar las colaboraciones público-privadas y llegar a más rincones.

Y todo ello desarrollando nuevos servicios que generan valor entre los clientes y les facilitan su vida personal y profesional, los principales objetivos de la operadora aragonesa.

De la mano con el deporte y la inclusión

Embou siempre ha apostado por la diversidad y una prueba de ello es su colaboración con el centro especial de empleo Somontano Social, perteneciente a la Fundación Rey Ardid, que se encarga de hacer el ensobrado de las comunicaciones que Embou envía a sus clientes.
Apoyar el deporte aragonés es otra constante de la compañía. Embou es patrocinador oficial del CD Teruel y del Club Voleibol Teruel y también patrocina al Casademont Zaragoza.
 Además, organizan el Concurso de Emprendedores Rurales, Empulsa. Esta propuesta, que arrancó en 2019, tiene como objetivo premiar las nuevas iniciativas, la generación de empleo y la fijación de población en el territorio rural.

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