en colaboración con caja rural de aragón

La joya Art Decó de Zaragoza, lugar de referencia cultural

El salón de actos del edificio Caja Rural de Aragón es uno de los lugares más emblemáticos y admirados de la capital aragonesa. Ha sido y es testigo de la historia de esta ciudad.

El salón de actos es uno de los espacios más sobresalientes de este edificio tan singular. .
El salón de actos es uno de los espacios más sobresalientes de este edificio tan singular.
C.R.

Considerado como una de las grandes joyas del Art Decó de Zaragoza, el salón de actos del edificio Caja Rural de Aragón ha sido escenario de innumerables acontecimientos históricos y culturales de la ciudad desde su construcción en los años treinta del siglo pasado.

Fue en 1928 cuando se convocó el concurso para acometer estas obras. Una reforma de gran alcance, que modificó todo el espacio en superficie y en altura, y que fue adjudicada al joven arquitecto madrileño Francisco Íñiguez, quien dio un giro completo al estilo arquitectónico que hasta entonces había predominado en el Mercantil. Íñiguez, que había sido nombrado restaurador jefe de la segunda zona del Tesoro Artístico, cuidó hasta el mínimo detalle la intervención en este edificio, encajando las piezas en la obra iniciada por Albiñana.

El nuevo salón adquirió la forma de un teatro, con sus plateas, una fila de palcos alrededor de la parte alta y un estrado que hacía las veces de escenario, y donde conferenciaron figuras de la talla de Joaquín Costa, Azorín, Ortega y Gasset, Jacinto Benavente, Miguel Delibes, Ramón J. Sénder…

Los espacios en los que se dividió el salón precisaron de accesos por cada uno de los lados y esto provocó la creación de un nuevo espacio de tres crujías a modo de naves, que estaban separadas por doce columnas. Al carecer de luz natural, el arquitecto recurrió a las vidrieras para ganar luminosidad.

Decoración

Para el espacio de tránsito, se diseñó una decoración de cinco estaturas que se colocaron en alto en tres de sus paredes. Estas figuras representan cinco alegorías que fueron encargadas a otros tantos escultores y que hacen alusión a la pintura (Enrique Anel); la danza (Ángel Bayod); la música (Pascual Salaverri); la arquitectura (Francisco Sorribas) y la escultura (Antonio Torres).

El resto de decoración sigue las directrices del estilo que imperaba a comienzos de los años 30

El resto de la decoración del salón, tanto los apliques de las lámparas como el acabado de las formas arquitectónicas, sigue las directrices del estilo que imperaba a comienzos de los años treinta, el Art Déco, que llamaba sobremanera la atención de cuantos acudían a esta sede que, durante muchos años, fue lugar de coronación de las reinas de las Fiestas del Pilar de Zaragoza.

El Salón de Actos es uno de los rincones más admirados de este edificio.
El salón de actos es un rincón con destacadas piezas.
C.R.

Además, este escenario se convirtió en el primer lugar donde actuó de forma pública la banda de la Academia General Militar en el año 1945 y acogió la celebración de numerosas ediciones de festivales de jota aragonesa.

Como curiosidad hay que contar que, en el año 1953, este lugar también fue sede del Campeonato de España de Gimnasia, siendo campeones Joaquín Blume y Elena Blume. Los atletas convocados pudieron disfrutar de este escenario y de la gran composición pictórica que hace las veces de telón de fondo y que representa las tres alegorías del conocido como Centro Mercantil: la agricultura, la industria y el comercio. n

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