Recién publicado el Inventario Nacional de Emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI), comprendido entre los años 1990 y 2021, cabe concluir que Aragón está en la buena senda en lo que respecta al trabajo por la neutralidad climática, aunque todavía lejos de su objetivo.

Así se confirma al comprobar que ha cambiado la tendencia creciente de emisiones característica del periodo entre 1990 y 2007, a la que siguió una etapa de descenso, muy acentuado, hasta 2012 y un periodo de relativa estabilización que llegó a los años 2017 y 2018.

Según los últimos datos, se puede apreciar que la tendencia vuelve a ser claramente decreciente con un descenso de las emisiones GEI del 0,9% respecto al año 2020 muy significativo, ya que cabe recordar que las restricciones sanitarias de la pandemia influyeron considerablemente en las emisiones, especialmente en las del transporte y la industria.

El 25 % de las emisiones de GEI de Aragón en 2021 provienen del denominado sector regulado, referido a las industrias afectadas por la Directiva de Comercio de Derechos de Emisión de GEI, que estar asociadas a la generación de energía o a determinados procesos productivos, fundamentalmente en la gran industria. El otro 75% de las emisiones se corresponde con el llamado sector difuso, donde entrarían actividades como el transporte, los servicios, el sector residencial y comercial, el sector industrial no regulado, el sector agrario, etc.

Cifras en Aragón

Metas y medidas

La Estrategia Aragonesa de Cambio Climático (EACC 2030) es la hoja de ruta que debe regir al conjunto de la sociedad de la Comunidad para alcanzar los objetivos establecidos en la Agenda 2030 de las Naciones Unidas. Entre las prioridades, está contribuir a la reducción del 40% de las emisiones de gases de efecto invernadero respecto a los niveles de 1990; reducir un 26% las emisiones del sector difuso con respecto al año 2005; aumentar la contribución mínima de las energías renovables hasta el 32% sobre el total del consumo energético; integrar las políticas de cambio climático en todos los niveles de gobernanza; y, finalmente, desarrollar una economía baja en carbono en cuanto al uso de la energía y circular en cuanto al uso de los recursos.

Para ello, el documento autonómico aporta la concreción necesaria para el logro de resultados mediante un total de 152 acciones, de mitigación y adaptación, a llevar a cabo por todos los aragoneses. Además, se incluye un Plan de Seguimiento y Evaluación con el propósito de garantizar el análisis de la situación, así como el control de los resultados.

Para ayudar al sector privado en el camino hacia su descarbonización, el Gobierno de Aragón también lleva a cabo iniciativas que cuentan con el apoyo de Comunidad #PorElClima, una plataforma nacional que recopila recursos y y herramientas para pasar a la acción en la lucha contra el cambio climático. Así por ejemplo durante los meses de marzo y abril se organizaron los talleres provinciales del programa ‘Pymes #PorElClima’.