La Denominación de Origen Protegida (DOP) Calatayud avanza en su proyecto de excelencia. Desde su constitución hace 33 años, siendo la más joven de las DO aragonesas, no ha dejado de trabajar de la mano de las bodegas en la mejora de sus vinos, especialmente en la variedad garnacha, que tantas alegrías y premios le han reportado en los últimos años.

Ahora en estas fechas de finales de septiembre y octubre se encuentran en plena vendimia, que, este año por las circunstancias meteorológicas, se ha adelantado cerca de dos semanas y se prevé una cosecha un 10% más corta que la media de los últimos años, pero con un pronóstico de alta calidad, como indican las pruebas realizadas en campo.

Las 15 bodegas que integran la denominación están haciendo un gran esfuerzo en la mejora tanto de las instalaciones como en la elaboración de sus vinos, como se pone de manifiesto en los premios en concursos internacionales, en particular los dedicados a la garnacha. En la edición de este año, celebrada el pasado mes de mayo en Navarra, las bodegas bilbilitanas obtuvieron un total de 27 medallas (18 oros y 9 platas), batiendo así su propio récord en el medallero desde 2016, cuando este concurso internacional se hizo itinerante, saliendo de Francia y recorriendo distintos territorios con tradición de garnacha.

Además, la Denominación sirve de polo de atracción para otras bodegas, lo que ha supuesto que este año quedara aprobada una pequeña ampliación del territorio de la DO, pasando a tener 3.321 hectáreas, lo que ha permitido la incorporación de nuevos municipios y alguna nueva bodega como Sommos Garnacha. Además, un grupo vitivinícola belga también ha apostado por el territorio con una importante inversión en la bodega Raíces Ibéricas, antiguo Castillo de Maluenda, elaborando unos magníficos vinos, muchos de ellos para exportación y dinamizando el enoturismo con eventos y catas en la propia bodega.

Por otro lado, bodegas consolidadas y señeras de la denominación, como San Alejandro, también han realizado inversiones importantes en sus instalaciones, tanto en modernización como en ampliación de instalaciones, sobre todos orientadas a la producción de vino ecológico, cada vez más demandado en exportación.

También, otros pequeños proyectos enológicos se están fraguando y a medio plazo verán la luz, con la garnacha como estandarte.

El esfuerzo por dar a conocer los extraordinarios vinos que producen las bodegas de la DO, desde el Consejo Regulador se promueven acciones de divulgación y promoción tanto a nivel local y regional como a nivel nacional, en menor medida. Participación en eventos gastronómicos en restauración, realización de catas para da a conocer vinos premiados, junto a las acciones de enoturismo de varias de las bodegas, contribuyen a divulgar el 'Viñedo extremo, donde lo imposibles es posible'.