Aunque en España las consecuencias de la crisis del coronavirus comenzaron a notarse en el mes de marzo del pasado año, en otras partes del mundo se iniciaron unos meses antes. "Por nuestra actividad, empezamos a sufrir los efectos de la pandemia con el confinamiento total de China en enero. A partir de ahí, se fueron sucediendo situaciones muy diferentes, pasando de la práctica paralización de la segunda quincena de marzo a una actividad frenética a partir de octubre. En resumen, ha sido un año de muchos altibajos en los que todos nos hemos tenido que adaptar a las circunstancias cambiantes de cada día", explica Óscar Calvo, gerente de JCV Shipping, empresa familiar aragonesa de referencia en el sector del transporte marítimo de mercancías que este año cumple un cuarto de siglo.

Al tratarse de un servicio esencial y a pesar de que las primeras semanas notaron un bajón importante en la actividad, los responsables de la compañía decidieron mantener su confianza en la estructura de personal y se dividieron al 50% entre las personas que teletrabajaban y las que acudían de manera presencial a la oficina, adecuándose así a las diferentes recomendaciones sanitarias.

Precisamente, la notable capacidad de adaptación de todas las personas de la organización a la nueva realidad es uno de los elementos positivos que Calvo destaca de toda esta situación. Asimismo, también subraya el de "la confirmación de que la digitalización del sector podía ayudar a las empresas exportadoras e importadoras a ganar y fidelizar clientes, máxime en momentos en los que muchos de nuestros clientes se encontraban también teletrabajando".

Un factor, el teletrabajo, que el gerente de la entidad indica que ha venido para quedarse y sobre el que resalta que el hecho de que dé la posibilidad de hacer un porcentaje de las reuniones de manera ‘online’ "permite ahorrar costes y tiempo a las empresas".

En cuanto a la digitalización de las compañías, Calvo manifiesta que se trata de un elemento clave para que las personas puedan ser igual de eficientes, independientemente del lugar desde el que se conecten. "Más que la estabilidad, es el futuro de nuestro sector el que tiene que pasar por la digitalización. El transporte marítimo de contenedores está cambiando a pasos agigantados. La pandemia no ha hecho otra cosa que acelerar el proceso, de manera que los transitarios tenemos que adaptarnos a esta nueva situación con una oferta que, aportando valor a nuestros clientes, se adapte también a las necesidades de las navieras", apunta el responsable de JCV Shipping.

Por último y mirando al corto plazo, desde la empresa se proponen aportar su experiencia para que las empresas exportadoras e importadoras "tengan herramientas suficientes para salir airosas de la situación actual de inestabilidad que han causado la falta de equipo, de espacio y unos fletes fuera de toda lógica". "A medio y largo plazo, pretendemos seguir desarrollando servicios que ayuden a nuestros clientes que confían en el mercado internacional como base para el desarrollo de sus respectivos proyectos empresariales", concluye Calvo.

- Ir al especial 'Un año de la covid-19'.