Huevos como los de antaño en Granja Virgen del Rosario

Recuperar el sabor de esos huevos que de niños les preparaba su abuela, recién cogidos del pequeño corral que aún mantenían en la casa familiar. Ese fue el lema con el que los nietos de Asunción y Miguel Antonio tomaron las riendas de Granja Virgen del Rosario, una empresa familiar en Villarreal de Huerva dedicada a la producción y comercialización de huevos de gallina desde 1964. "Queremos que todo el mundo pueda disfrutar de un huevo de verdad, del sabor de un huevo de pueblo", afirma Beatriz Esteban Plo, directora comercial.

Como regalo de boda, sus abuelos recibieron un terreno con una casita, un corral y unas cuantas gallinas. Así comenzaron, utilizando parte del cereal de los campos para alimentar a las aves y sirviéndose de los purines para abonar los campos. "Así era antes, una economía circular y de aprovechamiento", señala. Con la entrada del primer gallo, llegó la cría, la venta de huevos sobrantes y el crecimiento. Los hijos de los fundadores entraron en el negocio con fuerza, transformando la empresa familiar en una de las granjas avícolas más grandes de España.

Y entonces, llegó la tercera generación, con una mentalidad renovada y en pleno cambio de las tendencias sociales. Decidieron recuperar esos pequeños núcleos de gallinas para criarlas con alimentación más cuidada y de forma más sostenible. Lo que empezó como un ideal de los nietos, se ha terminado convirtiendo en el futuro de la empresa. A día de hoy, trabajan con los cuatro tipos de producción: huevos ecológicos, huevos camperos, huevos de gallina criadas en suelo y huevos de jaula; a los que se suman los huevos cocidos y los de codorniz.

"Disponemos de certificados de bienestar animal, entre otros –explica Beatriz–. Nuestros huevos están pensados para aquellas personas concienciadas con el cuidado de su cuerpo y su mente, que valoran la calidad y están comprometidos con el cuidado del medioambiente y la sostenibilidad".

Guillermo Mestre