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«Hacer negocio en China exige un compromiso estable y es imprescindible el acompañamiento profesional»

Verónica Shao explica qué ha llevado a Caixabank a convertirse en un referente en el mercado asiático.

Verónica Shao, directora de la Oficina de Representación de Caixabank en Shanghái.
Verónica Shao, directora de la Oficina de Representación de Caixabank en Shanghái.
Caixabank

V erónica Shao, directora de la Oficina de Representación de CaixaBank en Shanghái, cuenta cómo es la actividad de esta entidad en el gigante asiático y cuál es su papel con las empresas interesadas en establecerse en China.

Tras instalarse con éxito en Pekín, Caixabank se ha asentado en Hong Kong y en Shanghái. ¿Cómo es la relación con su ‘partner’ The Bank of East Asia (BEA)?, ¿qué motivos llevaron a la entidad a establecer este vínculo?

The Bank of East Asia es nuestro socio estratégico en el continente. Tenemos varios acuerdos de colaboración con esta entidad con la finalidad de facilitar las actividades de nuestros clientes en la zona, sean de comercio exterior o de inversiones. Entre ellos destacan los proyectos de pagos y el protocolo de ‘customer referral’ recíproco de clientes para la apertura de cuentas y las facilidades crediticias.

Caixabank tiene unas de las cuotas de mercado más elevadas en el comercio e inversiones entre España y China, ¿cómo lo ha conseguido?

Lo ha logrado a través del acompañamiento y asesoramiento ofrecido por las Oficinas de Representación en China a empresas españolas en su internalización y por los esfuerzos conjuntos con nuestros gestores y especialistas de Comex en España, que han sido de gran apoyo para lograr mayor vinculación con los clientes. La participación en jornadas de puertas al exterior y otros eventos en colaboración con la red de Comex han hecho que las empresas perciban a Caixabank como su entidad de referencia para sus negocios con China. Las comunicaciones y acciones ante los bancos corresponsales chinos aseguran que las operaciones son dirigidas a nuestra entidad.

¿Cuál es la actividad de la entidad en el gigante asiático?

Caixabank ha sido pionera en productos de comercio exterior en Renminbis. Es el primer banco español que colabora con China Unionpay y, desde enero de 2016, ofrece a sus clientes la posibilidad de pagar en Yuan a través del sistema CIPS, gracias a su alianza con The Bank of East Asia. Además, ofrece todo tipo de ‘trade finance’ y ‘cash management’ y facilita el servicio de asesoría para multinacionales chinas con filiales en España así como para empresas españolas que trabajan en la zona. Por otro lado, mantiene una empresa conjunta con BEA y Brilliance para el negocio de la financiación en China. Aparte de estas actividades, desde 2005, Caixabank apoya una convocatoria para que los solicitantes estudien en Asia. Más de 70 alumnos han sido premiados a lo largo de estos años para completar un programa de posgrado en la región y más de 50 de ellos han recibido fondos para estudiar en universidades y escuelas de negocios en China. Otro tema importante es el programa de asistencia para enfermos terminales en Hong Kong por parte de la Fundación ‘la Caixa’ y el Banco de Asia Oriental, que ha atendido a más de 600 personas.

¿Existe un interés recíproco entre las empresas aragonesas y las chinas?

En los últimos años, se han incrementado de forma relevante las exportaciones aragonesas a China en el sector agroalimentario, entre las que destacan las frutas cítricas, los productos cárnicos y las alfalfas. Además, la elección de Zaragoza como ubicación del centro logístico de un empresa española líder en sector textil ha sido determinante. El éxito de esta compañía podría ser uno de los factores que han conseguido extender a la capital aragonesa el recorrido de ‘Yiouxin’, el tren de la Ruta de la Seda que conecta Yiwu (en la provincia de Zhejiang) y Madrid.

¿Cuáles son las fortalezas de negocio de este mercado?

En el año 2016, la economía china empezó a pasar por una profunda transformación hacia un nuevo modelo de crecimiento, que está más enfocado en la innovación, el consumo interno y los servicios frente a la producción masiva y las exportaciones. Es decir, China sigue siendo la fábrica del mundo, pero enfocándose cada día más a los productos con mayor valor añadido. Los sectores claves del país son la energía, la maquinaria y sus accesorios, las ciencias de la vida, las tecnologías móviles, el ámbito agroalimentario, la automoción, el área medioambiental, el ‘ecommerce’ y las redes sociales, la logística, los servicios de sanidad, la educación, el turismo, los bienes de lujo, la aviación, etcétera.

¿Qué consejos le daría a una empresa que quiera establecerse en China?

Hay un dicho en China, ‘más vale ver una sola vez que oír cien veces’. Lógicamente, para conocer bien las oportunidades y los retos, deben venir las empresas a apreciar ‘in situ’ el desarrollo del mercado y a desarrollar una red de contactos. Unos de los principales problemas que los inversores extranjeros tienen que enfrentar en China son la complejidad de la legislación y el ritmo de los cambios, por lo que es imprescindible un asesoramiento profesional y el acompañamiento de especialistas. Es necesario tener en cuenta que la complejidad del mercado chino exige un compromiso estable con el país por parte de la empresa y una gran flexibilidad para adaptar sus productos a los gustos locales. Además, China puede ser la puerta de entrada a la región de Asia si tomamos en consideración las estrechas relaciones comerciales entre China y el resto de países asiáticos, como Japón, la República de Corea, Asean, SAR, Taiwán e India. Cabe mencionar que estos países asiáticos en su conjunto copan más del 40% del total de las exportaciones e importaciones mundiales.

¿Qué oportunidades ofrece China?

A diferencia de los mercados maduros en Europa, China es una nación con cambios constantes que cada día hay cosas nuevas por descubrir y aprender, ciertamente sinónimo de incertidumbre pero combinada con oportunidades y entusiasmos.