Guía práctica para comprar de manera segura por internet

A principios de 2021 entró en vigor la normativa europea que regula los pagos por internet y con la que se refuerzan las medidas de seguridad en las compras ‘online’. Quienes hayan adquirido algún producto o servicio a través de la web desde entonces habrán notado que el banco exige más información –una contraseña, una tarjeta de coordenadas, un código al teléfono móvil o una huella dactilar o reconocimiento facial, en función de la entidad– antes de aceptar el pago. Esta autentificación reforzada es un avance más en la verificación de quién realiza la operación, haciendo más difíciles las compras fraudulentas.

Pero, además de estas precauciones, los consumidores también han de tener en cuenta algunos aspectos antes de finalizar el proceso de compra. "Lo primero es mirar quién está detrás de la tienda ‘online’. Consultar el aviso legal o las condiciones de venta permite comprobar algo tan básico como es saber a qué empresa o profesional le vamos a enviar nuestro dinero", explica Javier Prenafeta, abogado especializado en tecnologías de la información. "Si no figura, al menos, el nombre completo o la razón social, el NIF y una dirección física, desconfiaría. Si tenemos dudas, podemos buscar referencias en internet o en directorios de empresas (infocif.es u otros)".

Para Prenafeta: "Además de poca información legal, o muy genérica, hay otros indicios que pueden llevar a pensar que una página podría ser fraudulenta, como contenidos o imágenes plagiadas, traducciones de baja calidad o la poca antigüedad de la web o el dominio. Si se dan las condiciones de lo anterior, generalmente, se trata de fraudes". Por otro lado, sobre la información que los consumidores han de facilitar a la hora de tramitar el pedido, señala: "Nunca hay que indicar un número de cuenta, ni usuario o claves de acceso a banca ‘online’, ni información que sabemos que el banco o la plataforma de pago ya tiene. Siempre que se faciliten datos de pago, ya sean de tarjetas o acceso a Paypal o similares, debe hacerse en un entorno seguro. Esto se comprueba no solo por el candado que figura a la izquierda de la dirección de Internet, sino pulsando en él y verificando que el certificado está emitido para el sitio web en el que estamos y es válido".

"Lo habitual es que los datos de tarjetas se introduzcan en la página del TPV de una entidad, pero, a veces, se hace desde la propia tienda. Lo importante aquí es que debe existir una doble autenticación –obligatoria para pagos superiores a 30 euros desde el pasado mes de febrero–, y ya no basta con incluir los datos de la tarjeta, sino también una contraseña y un código que se suele enviar por SMS", concluye.

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