¿QUÉ TÉCNICAS DE REPRODUCCIÓN ASISTIDA SON MÁS EFECTIVAS?

Cerca de 800.000 parejas en España tienen problemas para concebir un hijo. Acudir a un centro especializado donde den con el origen de este conflicto y la técnica de reproducción asistida más adecuada resulta fundamental para que ninguna familia renuncie al sueño de ser padres.

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  • Blue Media Studio para Sanitas

La infertilidad en españa

España es el segundo país de la Unión Europea con la tasa de fertilidad más baja, con una media de 1,31 hijos por mujer, aunque tres de cada cuatro españolas que quieren tener descendencia desearían al menos dos hijos. El número de nacimientos en el país es además el más bajo desde 1996 y las madres españolas son las que más retrasan su maternidad –tienen el primer hijo con 30,9 años de media–. En Aragón, de hecho, ya son más las mujeres que tienen su primer hijo con 40 años que las que lo tienen con 25 o 26.

Las razones laborales, de conciliación de la vida familiar y laboral y las económicas son los principales argumentos que justifican estos datos, una situación que se agrava todavía más si se atiende a otra cuestión no menos importante: la salud. Unas 800.000 parejas en España tienen problemas para concebir un hijo por cuestiones de salud reproductiva, tanto del hombre como de la mujer.

Patologías como los ovarios poliquísticos o las alteraciones en las trompas de Falopio, en el caso de las mujeres, o la aspermia, en el caso del hombre, dificultan el embarazo y causan la infertilidad, un concepto que no hay que confundir con la esterilidad. La ginecóloga Ana Gaitero, de Sanitas, explica la diferencia: "La esterilidad es la incapacidad para tener hijos, mientras que la infertilidad es la imposibilidad para finalizar un embarazo", explica. "Si a una mujer le han extirpado el útero, por ejemplo, se trata de esterilidad, porque es imposible que conciba un hijo; en el resto de casos hablamos de infertilidad y son problemas que, en la gran mayoría de casos, tienen solución", añade.

causas y prevención

Las causas de infertilidad se deben al factor masculino en un 30% de los casos, al femenino en otro 30% y a un factor mixto en el resto de casos. "Esto quiere decir que encontramos problemas tanto en la mujer como en el hombre, patologías pequeñas que afectan a la fertilidad de la pareja y dificultan el embarazo", explica Gaitero.

La experta apunta que son pocas las ocasiones en las que se da con el diagnóstico exacto que está causando la infertilidad, por lo que es difícil establecer unas pautas de prevención. A pesar de ello, hay factores a tener en cuenta: el tabaco y el abuso de alcohol es negativo tanto en hombres como en mujeres, la dieta mediterránea y los hábitos saludables favorecen la fertilidad, en el caso de los hombres prácticas excesivas de ciclismo o la sauna pueden debilitar la calidad del semen… "No obstante, cuidarse un montón no siempre asegura la fertilidad, porque la mayoría de las veces no encontramos ninguna causa clara", apunta.

Hábitos aparte, una pareja que esté buscando un embarazo -y no lo consigue- debe preocuparse transcurrido un año. En mujeres a partir de los 35 años, el momento de la revisión -que consiste en una analítica y una ecografía- se adelanta: “Si en seis meses no se consigue, es recomendable hacerse un estudio más específico. Si hay algún problema se comienza con el tratamiento más indicado para el caso en cuestión”, añade la experta.

la reproducción asistida

Según la Encuesta de Fecundidad de 2018 elaborada por el Instituto Nacional de Estadística, un 5,4% de las mujeres entre 18 y 55 años en España se han sometido a un tratamiento de reproducción asistida, un porcentaje que aumenta hasta el 8,8% en la franja de edad entre los 40 y 44 años. La fecundación in vitro (FIV), la inyección intracitoplasmática (ICSI) y la inseminación artificial son los métodos más recurrentes y responsables de cerca de un 8% de los nacimientos que anualmente hay en España: en 2017, alrededor de 32.000 niños nacieron gracias a estas técnicas.

Las técnicas de reproducción asistida más frecuentes.
     
  

Nuestro país es además el primer estado europeo en realización de estas técnicas y el tercero a nivel mundial, debido a una legislación que favorece la donación y que no restringe la edad para someterse a las mismas. No obstante, para que estos tratamientos sean financiados por la sanidad pública si deben cumplirse una serie de requisitos: que la pareja no haya tenido hijos previamente, una limitación de tratamientos (tres de fecundación in vitro y cuatro de inseminación artificial) y no superar los 40 años de edad (en el caso de la mujer). Este último aspecto dificulta precisamente el acceso al mismo, dadas las listas de espera de este servicio, que por la alta demanda oscilan entre los seis meses y los dos años de espera, y que provocan que en el momento en el que pueden acceder al el sobrepasen la edad.

"Si transcurridos los seis meses o el año no se consigue el embarazo, es momento de hacer un análisis específico y someterse a un tratamiento sencillo, porque cuanto más se pospone más difícil es lograr el embarazo", apunta la experta de Sanitas. Precisamente por eso, en su red de centros concertados –(incluir centros que hay en Aragón)- disponen de planes de financiación a medida para que cada pareja pueda acceder a estos tratamientos sin preocuparse por las cuestiones económicas, sin necesidad además de contar con un seguro de salud o haber sido cliente de la compañía previamente. Además, la primera cita es gratuita.

Respecto a la efectividad de estos métodos, Gaitero apunta que la tasa de éxito de la inseminación artificial es del 20%, mientras que la fecundación in vitro roza el 50%. “Dependiendo de las causas de infertilidad son los especialistas los que recomiendan un tratamiento y por eso no existe uno más efectivo que otro -recuerda-. No todas las parejas son iguales y por eso buscamos el tratamiento más acorde para que el embarazo sea exitoso”.