Félix Teira: "Desde el principio me planteé que iba a narrar lo que pasara en la sociedad"

"A cierta edad, después de toda la vida escribiendo y habiendo sido también docente, recibir un reconocimiento a la carrera es muy satisfactorio. Llevo doce novelas publicadas, algunas con éxito y otras sin él, pero ahí sigo. Es un galardón que anima y alegra, y más por venir de una referencia en Aragón como es el suplemento Artes & Letras. Todas mis obras han sido reseñadas en él, de forma que agradezco mucho a HERALDO que nunca me haya dejado de lado".

Así resume Félix Teira los sentimientos que le despierta haber sido el ganador del premio en la categoría de Literatura. Una obra intensa, comprometida y variada es la que está detrás de este belchitano nacido en 1954 y que recientemente también recibió en el antiguo Casino Mercantil el premio ‘Imán’ de la Asociación Aragonesa de Escritores.

"En esto de escribir no hay vacuna, te entra el virus y ya está. Hablo con gente de mi generación y es lo mismo, es una manera de intentar entender esta vida que a menudo es incomprensible", manifiesta el autor, que en los últimos años, junto a su obra de ficción, se ha interesado por Goya y le ha dedicado una mirada general y un libro juvenil, ‘El nieto de Goya’, ilustrado por Vera Galindo. "En Bucha (Ucrania) se han repetido punto por punto todas las torturas y asesinatos que denunció Goya en ‘Los desastres de la guerra’ hace 200 años. Hechos así te llevan a preguntarte: ¿Sirve para algo el arte?, ¿conseguimos algo creando?", agrega.

Aunque señala que quizá reescribiría alguna novela para mejorar ciertos aspectos, se muestra satisfecho de su carrera. "Desde el principio me planteé que iba a narrar lo que pasara en la sociedad, algo que hice por ejemplo con las guerras yugoslavas o con el ascenso de Le Pen. El último libro, muy breve, es ‘Fuego frío’, un trabajo que trata sobre la ambición, que sigue siendo una llama interna en el corazón de cada ser humano", expone Teira.

No perder de vista lo que se tiene alrededor hasta que surja la chispa que prenda la idea es el secreto del proceso creativo del escritor, que con los años se ha ido preocupando cada vez más por cada aspecto del lenguaje que refleja en sus obras. Asimismo, el hecho de haber sido profesor, hace que sienta que tiene una responsabilidad con los ‘millennials’. "Los de mi generación tuvimos trabajo y piso, pero los que ahora están en los treinta y que cobran 1000 euros no pueden consolidar un proyecto de vida. Como docente sentía que les debía una novela, y en ello estoy", concluye.