La Autoridad Portuaria de Valencia continúa con su ambicioso plan para reducir las emisiones de dióxido de carbono desde este mismo año. Si ya en el 2017 la institución definió como “prioritaria” la reducción de la huella de carbono, en los últimos meses lo está llevando a la práctica con una mayor intensidad. El hidrógeno se ha convertido en el protagonista indiscutible del puerto y, paulatinamente, está permitiendo reducir la dependencia de los combustibles fósiles. Todo ello, además, sin mermar la capacidad de trabajo de la entidad.

El pasado mes de julio, fue pionero en el sector, al convertirse en el primero en contar con una hidrogenera dentro del propio puerto para abastecer a la maquinaria indispensable en el día a día del muelle. De hecho, el impacto de esta medida en los gases de efecto invernadero será notoria, ya que se reducirá su emisión un 100% en aquellos equipamientos que lo usen, según la Autoridad Portuaria. La hidrogenera confirma la apuesta por las energías limpias, ya que tan solo produce, fruto de su actividad, agua y calor.

La primera apiladora de contenedores impulsada con hidrógeno

Fruto de ese programa, que busca la transformación de las infraestructuras estratégicas hacia un horizonte neutro en emisiones, el Puerto de Valencia dispone de la primera apiladora de contenedores que usa el hidrógeno como fuente de energía. Esta máquina deja atrás el uso de grandes cantidades de diésel o gasolina para sustituirlo por una materia mucho más sostenible. Se trata de una Reach Stacker diseñada por Hyster que, según el fabricante, puede reabastecerse en un espacio de tiempo que oscila entre los diez y los quince minutos. Su capacidad de trabajo es muy similar a la de aquellas que funcionan con combustibles fósiles y los costes de mantenimiento son incluso menores.

Sin embargo, ese apilador no es el único dispositivo que usa hidrógeno como recurso energético. La nueva cabeza tractora lleva trabajando desde abril y ha sido desarrollada para las operaciones internas en el transporte de mercancías. Su autonomía, indican, puede alcanzar las seis horas.

Esta tendencia, centrada en el impulso desde las administraciones del hidrógeno como combustible, se enmarca dentro del proyecto H2Ports de la Comisión Europea dirigido por la Fundación Valenciaport. La inversión alcanza los cuatro millones de euros en estas instalaciones valencianas. El plan diseñado busca, según las propias instituciones comunitarias, “aumentar la eficiencia energética y la seguridad” de las infraestructuras portuarias. Además, todo ello sin afectar a la capacidad de trabajo de los recursos personales y materiales. Ya son ocho los proyectos de descarbonización en diferentes áreas.

Un nuevo simulador único en España

Junto a la innovación en el uso de energías limpias, también se sitúa a la vanguardia en la red portuaria española gracias al nuevo simulador para los prácticos del puerto. El programa, que solo lleva en funcionamiento unos días, genera múltiples escenarios que podrían ocurrir diariamente. Con ello, argumenta la entidad, se refuerza no solo la capacidad laboral sino también la seguridad. El sistema fue creado por la empresa finlandesa Wärtsilä y es pionero en los puertos españoles.

Cifras que invitan al optimismo

La tendencia del Puerto de Valencia vuelve a ser al alza y, según sus propios informes internos, se ha experimentado un crecimiento en la circulación de bienes y, especialmente, han aumentado las importaciones. Italia continúa en cabeza como el principal vínculo comercial, junto con China y los Estados Unidos. También ha adquirido un mayor protagonismo el transporte por el ferrocarril vinculado al muelle, que llega a los casi 177.000 contenedores en lo que llevamos de año. Pero no solo las mercancías tienen presencia, además los pasajeros han aumentado prácticamente un 20% en comparación con 2022.

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