El Materno Infantil cumple sus bodas de oro. Aunque es difícil hacer un resumen de todo lo vivido en estos 50 años, ¿cómo diría que ha cambiado el hospital desde sus comienzos?

El hospital ha mantenido el potencial humano, pero ha cambiado la forma de los cuidados hacia los niños, la cercanía con el paciente.... También la vertiente científico técnica, porque la medicina ha evolucionado mucho y hemos vivido la sú-perespecialización de todos los servicios. Este es un hospital de referencia en Aragón y para otras comunidades como La Rioja o la provincia de Soria. Otros grandes cambios han sido que ha disminuido mucho la hospitalización frente a la actividad especializada y, a nivel quirúrgico, el avance de las técnicas poco invasivas como la laparoscopia tanto en Ginecología como en Cirugía Pediátrica.

¿De qué forma van a celebrar el aniversario y qué es lo que cree que se debe poner en valor del Materno Infantil?

El aniversario llevaba tiempo gestándose, pero nadie esperaba el covid, con lo cual se ha ido adaptando. Comenzamos el pasado octubre, con un concierto, y el día 8 de mayo es la gala, con la que estamos muy ilusionados y que va a ser muy emotiva. Se hablará del pasado, del presente y del futuro, tanto facultativos como enfermería. También se va a dar voz a los voluntarios, a los pacientes… Se celebra en el Auditorio, aunque muy influenciado por la pandemia y los aforos. Se harán también jornadas científicas y otros actos hasta final de año.

El hospital registra más de 3.500 partos al año, está especializado en atenciones a los de más complejidad y, sin embargo, tiene una de las tasas más bajas de cesáreas de España (en torno al 13%, por debajo de lo que marca la OMS), ¿cómo se consigue esto?

La apuesta siempre ha sido hacia un parto poco intervenido, pero que a la vez sea seguro. Para ello hay que estar al día en formación. La media es del 25% en cesáreas y nosotros, con el 13%, estamos entre los tres primeros hospitales a nivel nacional. También somos referente en hemorragia posparto y bienestar fetal.

El centro tiene gran volumen asistencial, pero también destaca su labor en investigación y docencia, ¿qué peso tiene cada una de estas áreas?

La docencia, mucho, porque está la pregrado y la postgrado, de los residentes. También hay cursos para los facultativos, que no dejamos de formarnos. En investigación, el hospital participa en muchos proyectos, en artículos, en libros, preparación de tesis doctorales… Tenemos mucha asistencia y eso a veces reduce el tiempo hacia la investigación. La asistencia es la que marca y es la obligatoria, no se puede programar. La gran bondad es la capacidad de los profesionales de formarse y de implicarse en la asistencia.

¿Cómo ha modificado el coronavirus el día a día del Materno Infantil?

Como todo el mundo sabe, el coronavirus ha afectado muy poco al paciente pediátrico en cuanto a ingresos: ha habido 62 en más de un año. Aun así, hubo que hacer una adaptación de circuitos de asistencia en Maternidad y en el Infantil. Todo el personal se implicó en hacer protocolos de trabajo. Hubo que dividir a nivel de estructuras y acudir a apoyar las plantas covid de la general...

¿Qué cambios implementados con la covid-19 han llegado para quedarse?

Evidentemente, el más marcado a nivel de nuestra actividad han sido las consultas externas telefónicas. Estas, en parte, se van a quedar. Hemos aprendido a trabajar y ver que dar resultados y algunas otras cosas, se pueden hacer por teléfono. La covid va para tiempo todavía, así que aún hay que pensar en ello, en las limitaciones de las visitas… y debe quedar en la mente de todos la importancia de evitar la transmisión de cualquier enfermedad infecto contagiosa, principalmente con el lavado de manos.

¿Qué planes se han puesto en marcha desde el centro para tratar de ‘humanizar’ la atención sanitaria?

El Materno se remodeló para que todas las familias tengan habitaciones individuales. Eso ha sido muy importante. La entrada de los papás 24 horas, incluso en la uci neonatal ha permitir ese piel con piel desde el principio. En las operaciones largas, hay un protocolo para informar a las familias. En general, se ha profundizado mucho más en la comunicación. Se ha pasado de esa figura paternalista del facultativo a una en la que la gente pregunta más porque quiere saber más y también viene más informada a la consulta. Los cuidados en enfermería, la atención al paciente, al que se hace partícipe desde el principio y las asociaciones o el voluntariado también han permitido humanizar.

¿A qué retos se enfrenta el Hospital Materno Infantil en los próximos años?

Tenemos que ir a otros 50 años y seguir manteniendo la excelencia. Está el reto económico, recuperar el parón que ha supuesto la covid en muchos proyectos, seguir apostando por la calidad científico-técnica y la humanización... Vamos a seguir con el reto de ser un centro de referencia y dar respuesta a todas las patologías gracias a la súperespecialización de los profesionales. Para poder seguir avanzando, tenemos que intentar dar la máxima calidad en torno al paciente y en lo científico-técnico con los recursos que tenemos, que no son todos los que nos gustaría.

--Ir al especial '50 Aniversario del Hospital Materno Infantil y Traumatología Miguel Servet'.