El dolor en la cadera y la rodilla, primeros problemas para los mayores de 70 años a la hora de caminar
La Medicina Regenerativa, en la que están especializados en Clínicas Cres, es un tratamiento muy eficaz contra este síntoma de la artrosis y otras patologías articulares.
El 50% de las consultas relacionadas con el aparato locomotor son sobre artrosis. Las mimas suponen un 15% de las realizadas en urgencias afectando en torno un 30% de los mayores de 40 años y al 80% de los mayores de 65 años. De todos ellos, más de un 5% están afectados de artrosis de cadera, uni o bilaterlamente.
El cartílago hialino es un tejido firme y resbaladizo que permite un movimiento articular prácticamente sin rozamiento. Cuando este tejido protector, que absorbe los impactos en los extremos de los huesos que intervienen en una articulación se desgasta y comienza a afectarse el hueso, hablamos de artrosis.
La artrosis de cadera es una enfermedad degenerativa crónica bastante común en todo el mundo. Su evolución es habitualmente lenta y progresiva, pudiendo llegar a producir el roce de hueso contra hueso cuando el cartílago desaparezca y la deformidad del hueso hará que se pierda el correcto engranaje entre el fémur y la pelvis.
Los síntomas de la artrosis al inicio de la enfermedad se pueden controlar con medicación, aunque el daño no se revierte. Estos síntomas incluyen dolor durante o después del movimiento, rigidez tras un periodo de inactividad como el descanso nocturno, sensibilidad a una mínima presión sobre ella, pérdida de movimiento y flexibilidad con sensación de chasquidos, inflamación de los tejidos blandos alrededor de la articulación y presencia de osteofitos (formación de hueso alrededor de la articulación afectada) que limitan cada vez más la movilidad.
El dolor es el primer síntoma y el más llamativo. Se localiza fundamentalmente en la zona de la ingle, aunque también se puede sentir en la cara anterior del muslo y en la nalga. El dolor y la rigidez unidos pueden llegar a ser lo suficientemente intensos como para dificultar las tareas diarias, incluso desencadenar depresión y trastornos del sueño. En definitiva, todos estos síntomas influyen en el empeoramiento de la calidad de vida de los pacientes que padecen, artrosis.
Factores desencadenantes de la artrosis
La doctora Elena Guallar, miembro del equipo médico de Clínicas Cres en Zaragoza, indica que los factores de riesgo para padecer artrosis de cadera son:
- Edad avanzada. El riesgo de tener artrosis aumenta con la edad.
- Sexo. Las mujeres son más propensas a padecer artrosis, aunque no está claro por qué.
- Obesidad. Tener sobrepeso contribuye a la artrosis de varias maneras, y mientras más peso tengas, mayor será tu riesgo. Un peso mayor agrega estrés a las articulaciones que soportan peso, como las caderas y las rodillas. Además, el tejido graso produce proteínas que pueden causar inflamación en las articulaciones y alrededor de estas.
- Lesiones articulares. Las lesiones, como las que ocurren al practicar deportes o por un accidente, pueden aumentar el riesgo de artrosis. Incluso las lesiones que ocurrieron hace muchos años y que aparentemente ya sanaron pueden aumentar el riesgo de artrosis.
- Tensión repetida en la articulación. Si tu trabajo o un deporte que practicas someten a una articulación a un esfuerzo repetitivo, esa articulación podría presentar artrosis con el tiempo.
- La genética. Algunas personas heredan la tendencia a desarrollar artrosis.
- Deformidades óseas. Algunas personas nacen con articulaciones malformadas o cartílagos defectuosos.
- Ciertas enfermedades metabólicas. Estas incluyen diabetes y una afección en la cual su cuerpo tiene demasiado hierro (hemocromatosis).
“La Medicina Regenerativa puede ayudar a mejorar los síntomas”, reconoce la doctora Guallar. “El tratamiento tradicional de la artrosis de cadera depende del grado en el que se encuentre la enfermedad. En las primeras fases se recomienda la toma de analgésicos e antiinflamatorios, pero su uso prolongado puede producir efectos secundarios adversos, y a medida que la enfermedad avanza se van haciendo menos efectivos, si la enfermedad aún no ha llegado a su grado máximo podemos tratar los síntomas con técnicas de Medicina Regenerativa", explica.
“El objetivo de estos tratamientos es aliviar el dolor y restablecer la capacidad funcional de la articulación, que el paciente recupere su calidad de vida, ya que esta, tiene gran influencia en el estado anímico de los pacientes y sus familias. Son técnicas muy seguras ya que se realiza con el material biológico del propio paciente, lo que evita rechazos, efectos secundarios adversos y reduce significativamente el tiempo de recuperación”, afirma el doctor Carlos Jarabo, director médico de Clínicas Cres.
Si no se pone remedio, la degeneración en la articulación llevará en un buen número de casos a tener que implantar una prótesis de cadera, una técnica más invasiva y que conlleva una convalecencia posterior.
Los tratamientos con medicina regenerativa pueden ser una buena alternativa para combatir los síntomas de la artrosis de cadera, al igual que la artrosis de otras articulaciones como rodilla u hombro.
El doctor Carlos Jarabo recuerda que un buen diagnóstico resulta fundamental para que el tratamiento tenga éxito y para ello es muy importante ponerse en las manos de facultativos con experiencia en este tipo de tratamientos.
La Clínica Cres Zaragoza está situada en la calle María Lostal 27. Se puede pedir cita previa en el 976483553.
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