Doctor, ¿qué le pasa a mi palmera?

Desde un punto de vista medioambiental, los espacios ajardinados de una ciudad resultan cada día más necesarios ante un escenario de crisis climática, ya que se encargan de regular las temperaturas extremas y mejorar la salud de sus habitantes, entre otras muchas ventajas. Por todo esto, el cuidado de estos espacios y de los árboles que forman parte de ellos resultan de vital importancia para asegurar todos estos beneficios que nos aportan. Por eso es necesario cuidarlos como se merecen, porque son muchas las plagas y enfermedades que pueden afectar a su salud, reducir su vitalidad e incluso causar su muerte.

En esta época del año podemos encontrarnos en nuestros jardines con palmeras que han perdido la mayor parte de las hojas (palmas) centrales, adquiriendo un aspecto de desmoronamiento de su copa (corona). La causa de este decaimiento es el ataque de un escarabajo conocido como picudo rojo de las palmeras (Rhynchophorus ferrugineus). Este insecto perforador se alimenta, fundamentalmente, del interior más tierno del cogollo de donde emergen las nuevas hojas (palmas). Si el ataque es importante, las palmas se parten por su base dando a la palmera ese aspecto decaído característico. En los casos más graves, la palmera ya no se recupera y muere.

¿Qué podemos hacer para evitarlo?

En Fitoaragón llevan más de una década realizando tratamientos de control de esta plaga devastadora mediante diversas técnicas de control preventivo del insecto. Técnicas que se basan en la utilización de productos de origen biológico. Estos tratamientos consisten, básicamente, en la inoculación de nematodos endoparásitos que se alimentan de un modo natural de las larvas de picudo, asegurando el máximo respeto toxicológico con el entorno.

¿Y si el ataque es grave?

Cuando se observan roturas importantes de palmas y desplomes más o menos generalizados de la corona, en Fitoaragón realizan una valoración de la necesidad y viabilidad de una técnica de saneamiento conocida como cirugía mecánica. Esta técnica consiste en eliminar todas las palmas afectadas por la plaga, así como los cuantiosos restos y serrines que generan en el cogollo de la palmera, permitiendo el rebrote de nuevas palmas.

¿Qué precauciones debemos tener?

Además de los tratamientos preventivos para su control, hay que señalar que los meses en los que debe realizarse la poda se sitúan entre diciembre y febrero. Además, es necesario tener en cuenta que realizar cortes de poda con temperaturas elevadas genera compuestos que son detectados por los insectos, que se ven atraídos hacia la palmera e incrementan la probabilidad de ataque.

Además, en Fitoaragón recomiendan ponerse en contacto con un asesor fitosanitario experto que realice un diagnóstico de la palmera y un estudio previo de las actuaciones. Además, deberá encargarse de la organización y supervisión de los tratamientos más adecuados para su control, y que son los que aseguran su pronta recuperación.

¿Qué actividades realizan en Fitoaragón?

• Control de plagas y enfermedades en arbolado urbano.
• Nutrición y mejora del entorno del árbol.
• Trabajos de cirugía y poda en altura.
• Evaluación visual e instrumental del riesgo de fractura y vuelco de ejemplares arbóreos.
• Diagnóstico, toma de decisiones y seguimiento técnico.
• Planes de gestión de arbolado.

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