"Dilucidar la naturaleza de la materia oscura es uno de los grandes retos pendientes de la física fundamental. Cualquier paso en esta dirección es importantísimo y tiene impacto en varias disciplinas, como la Cosmología o la Física de Partículas. Primero, porque se trata del componente mayoritario del universo, pues se calcula que hay cinco veces más materia oscura que materia convencional; y segundo, porque sabemos que la partícula o partículas de las que está hecha esta materia oscura no son ninguna de las partículas que componen nuestro ‘catálogo estándar’, es decir, las que sabemos que existen y que rutinariamente estudiamos en los aceleradores de partículas».

De esta manera explica Igor García Irastorza, investigador del Centro de Astropartículas y Física de Altas Energías (CAPA) de la Universidad de Zaragoza, la importancia del proyecto en el que están inmersos, ‘Hacia la detección del axión con el Observatorio Internacional de Axiones (IAXO)’, que ha recibido el premio Investigación y Futuro en la última edición de los galardones Tercer Milenio.  

"Este galardón supone un apoyo y un reconocimiento muy importante para esta línea de investigación que impulsamos desde el CAPA, así como una confirmación de que en Aragón tenemos oportunidades para hacer investigación básica de frontera de la máxima calidad, con reconocimiento internacional y de impacto", indica Igor García.

Materia oscura

IAXO trata de detectar ‘axiones’, partículas hipotéticas que podrían ‘extender’ el modelo estándar y componer la materia oscura. "Aunque, a día de hoy son hipotéticas, tenemos propuestas de teorías bastante sólidas que nos dicen bastantes cosas sobre como serían estos axiones. Por ejemplo, se podrían producir en el sol. Al igual que el sol emite luz también emitiría axiones", matiza mientras recuerda que "estos axiones podrían transformarse en fotones al atravesar grandes campos magnéticos. De hecho, en IAXO lo que estamos haciendo es construir un gran y potente imán (llamado BabyIAXO), que lo haremos apuntar al sol, a modo de un peculiar telescopio, e intentaremos detectar los fotones (rayos-X) que deberían surgir del imán debido a la transformación de los axiones provenientes del sol", apunta