Décadas de compromiso con los agentes de su cadena de valor

Hace más de 40 años, Alcampo apostaba por Aragón, abriendo su primer hipermercado de España en la localidad zaragozana de Utebo. Desde ese momento, la vinculación con la Comunidad ha sido total, contando en territorio aragonés con 118 centros, 37 de ellos franquiciados en los que trabajan 3.000 personas. Además, el compromiso se revela actual al adquirir recientemente 41 nuevos supermercados hasta convertirse en el líder del comercio de proximidad a nivel autonómico.

Su modelo de comercio responsable, en constante evolución, que acompaña a los habitantes del entorno en el que están con el fin de mejorar su calidad de vida, se deja sentir también en Aragón, donde solo el año pasado invirtieron 6,5 millones de euros en la renovación de más de treinta centros para ofrecer un mejor servicio. Actividad que se complementa con el desarrollo de herramientas digitales para facilitar el proceso de compra. Comprar a través de alcampo.es, recibir los pedidos en el domicilio, realizar recogidas programadas en los centros o, en algunos, casos recibir entregas rápidas de productos en casa, son algunas de las posibilidades que buscan facilitar la vida de sus clientes.

Pensando en contribuir para dejar un planeta mejor a las generaciones venideras, Alcampo está ampliamente comprometido con el bienestar social, la reducción del desperdicio alimentario, la promoción de la buena alimentación, la igualdad, el ejercicio ético de su negocio y la conservación de los recursos naturales del planeta.

Es en este último punto y en la lucha contra el cambio climático en el que ponen más énfasis. Se han comprometido a reducir sus emisiones directas de gases de efecto invernadero un 46% en 2030 y ser neutros en carbono en el año 2043, con relación a 2020. Además, buscan implicar a todos los agentes de su cadena de valor, disminuyendo un 25% sus emisiones indirectas. Para que esto sea posible, acompañan a sus proveedores en el proceso de descarbonización.

La sostenibilidad en la que hace hincapié este grupo se complementa con sus 38 centros con residuo cero, tres en Aragón, y una tasa de valorización de residuos del 90%. Por su parte, en el último año, han reducido el desperdicio alimentario un 12% y han avanzado para reducir su huella plástica.

También han impulsado históricamente la cooperación con las empresas agroalimentarias de su entorno. Trabajan de la mano de pequeños productores cercanos a sus tiendas que comercializan productos alimentarios muy ligados a la cultura gastronómica y a la tradición local, creando así vínculos profundos y contribuyendo a la recuperación, en muchos casos, de las zonas rurales. En Aragón, el año pasado realizaron compras a 400 proveedores aragoneses por valor de 216 millones de euros, y señalizan los productos de Aragón con la marca ‘Aragón, alimentos nobles’ y colaboran con el Gobierno de Aragón en esta campaña.

Con los más necesitados

Otro de los fines de Alcampo es mejorar la vida de las personas en los territorios en los que están implantados. Con este objetivo, comenzó su actividad en 2012 Fundación Alcampo, que ha apoyado 105 proyectos de otras tantas organizaciones sociales con una dotación presupuestaria de casi 1,3 millones de euros. En Aragón, la fundación ha apoyado 10 proyectos con una donación total de 143.500 euros de entidades como Banco de Alimentos, Aspanoa, Instituto de investigación sanitaria de Aragón o Faim Teruel.

También están comprometidos con la inclusión. Más de 500 personas con discapacidad trabajan en sus centros de toda España, realizan compras a Centros Especiales de Empleo y colaboran con Fundación ONCE.