Especial empresa familiar

especial empresa familiar

De una chatarrería a la gestión de residuos con más de 20 instalaciones

El grupo, que siempre ha apostado por la innovación, posee una clara vocación familiar. El manejo de los residuos metálicos, el reciclaje y el oxicorte resultan claves en su negocio

Una de las nuevas máquinas que muestra cómo se trabaja con los coches hoy, una vez descontaminados.
Una de las nuevas máquinas que muestra cómo se trabaja con los coches hoy, una vez descontaminados.
López Soriano

La historia de López Soriano es la de una empresa familiar de 70 años llenos de lucha y superación, espíritu emprendedor y esmero por sobrevivir y crecer. Sus orígenes se remontan a la década de los cincuenta del pasado siglo, cuando José López Soriano y Presentación Villalba, abuelos de los actuales propietarios, decidieron dejar Daroca para empezar una vida nueva en Zaragoza. No eran tiempos fáciles para nadie y la pareja tuvo que vender su casa de la localidad darocense para conseguir un dinero con el que instalarse en Zaragoza y empezar una actividad de recogida y separación de residuos en un pequeño almacén situado en el Coso Bajo. 

Todos en la casa ayudaban como podían, hasta los hijos adolescentes, echando una mano en las tareas de recogida. Poco a poco, con esfuerzo y buena vista empresarial, el pequeño negocio fue creciendo y ampliando sus instalaciones.

 Del Coso Bajo se trasladaron a la zona del Canal, de allí al paseo de Echegaray y Caballero y después a la carretera de Castellón en los años setenta, donde hoy en día aún continúan teniendo sus oficinas centrales y la recepción de coches de desguace. La actividad industrial, por su parte, se encuentra en la Cartuja Baja, ocupando 250.000 metros cuadrados en el Parque Tecnológico de Reciclado López Soriano.

Antiguo almacén en la carretera de Castellón.
Antiguo almacén en la carretera de Castellón.
López Soriano

Creciendo con los años

Aunque al principio comenzaron encargándose solo de chatarra, las empresas que conforman López Soriano son hoy mucho más que eso. En la actualidad, su principal volumen de negocio reside en la gestión de residuos, principalmente metálicos, con una especialización muy importante en la gestión de aparatos eléctricos y electrónicos, grandes y pequeños, además de reciclar vehículos de todo tipo: coches, camiones, autobuses, aviones... En los años ochenta, incluso, llegaron a desguazar barcos. Por otro lado, en la actualidad no solo se han diversificado en el ámbito del reciclaje, sino que también se encuentran en el campo del oxicorte y en el sector auxiliar del automóvil.

Hoy en día, al frente de la compañía se encuentran ya los miembros de la tercera generación, siendo el 100% del capital propiedad de la familia. Cuentan con una veintena de instalaciones y algo más de 200 trabajadores, básicamente en Aragón, aunque trabajan en toda España, "incluso recientemente hemos realizado el desguace de un avión en la localidad francesa de Montpellier", explica María López Palacín, gerente del grupo.

Para los directivos de López Soriano, su objetivo más inmediato es el mantenimiento de todas sus actividades, con el crecimiento necesario para poder seguir fuertes en el futuro, "solo así podremos continuar con un negocio consolidado, manteniendo los niveles adquisitivos de nuestro personal, reinversiones y mejoras en las instalaciones", resume López Palacín.

Este año, por ejemplo, han llevado a cabo una renovación muy importante en maquinarias, que beneficia no solo al personal que las maneja –al ser más cómodas y seguras–, sino que también son más eficientes en cuanto a los consumos y mantenimientos necesarios. Por tanto, esta innovación ha supuesto un ahorro para la empresa y también una mejora medioambiental por la reducción de emisiones contaminantes.

Montón coches en una fotografía antigua de la empresa.
Montón coches en una fotografía antigua de la empresa.
LÓPEZ SORIANO

Una gran estabilidad

Su objetivo como empresa familiar es seguir por el mismo camino de estabilidad interna. "Hemos hecho una sucesión muy positiva, que no ha afectado a la plantilla. Estamos muy unidos. Lógicamente realizamos cambios y la forma de liderar no es la misma al cambiar las personas, ni los objetivos vitales son los mismos hoy que hace 30 ó 50 años", resume la directiva. Sin embargo, sí que hay cosas que son perpetuas en Industrias López Soriano y que se han mantenido a lo largo de las décadas desde sus inicios: la honestidad y la palabra, tanto hacia fuera como hacia dentro con su gente.

"Probablemente por eso, los López no somos la única saga familiar que se encuentra en nuestro grupo, sino que tenemos varios casos de padres e hijos, madres e hijas, o de matrimonios que trabajan con nosotros –concluye–. Eso significa que están a gusto, se sienten bien tratados y hay un grado de implicación y de compromiso mutuo muy importante".