en colaboración con

"De las crisis surge la oportunidad para quien sepa responder ágil"

El director Territorial de Ibercaja Aragón, Antonio Lacoma, explica que las empresas aragonesas «han demostrado una abnegada capacidad de lucha por la superviviencia».

Antonio Lacoma, director territorial de Ibercaja en Aragón.
Antonio Lacoma, director territorial de Ibercaja en Aragón.
Ibercaja

¿Por qué Ibercaja decidió patrocinar estos galardones?

El gran esfuerzo que están realizando las empresas aragonesas en estos meses merece, sin ninguna duda, ser visibilizado y reconocido. Muchas de ellas estuvieron ‘al pie del cañón’ en los peores momentos de la pandemia, al prestar servicios esenciales, y todas se están adaptando, reinventando, respondiendo a las nuevas necesidades de sus clientes, etc. Y, todo ello, en tiempo récord y en ocasiones con descensos muy relevantes de su facturación. En definitiva, patrocinamos encantados esta loable iniciativa de HERALDO.

Como consecuencia de la crisis económica derivada de la pandemia, ¿es más importante que nunca apoyar a las empresas aragonesas?

Por supuesto, además de preservar la salud, que es la primera prioridad, hemos de cuidar nuestro tejido productivo. Tras la crisis, tarde o temprano, llegará la recuperación. Cuanto más amplia sea entonces la base de tejido productivo y menos empresas se hayan destruido, mayor y más rápido será este crecimiento y, por tanto, la creación de empleo que permita absorber el incremento del paro generado por la crisis.

¿Cómo cree que pueden las empresas darle la vuelta a la crisis?

En todas las crisis surgen oportunidades. En esta, en particular, se han acelerado muchos de los cambios que ya se venían produciendo, sobre todo en los hábitos de los consumidores. Las características de esta crisis (origen sanitario, imprescindible distancia social, confinamiento domiciliario, etc.) afectan muy gravemente a algunas ramas de actividad, pero también abren un abanico de oportunidades para nuevas empresas que sepan interpretar y responder de manera ágil a las necesidades del momento. La digitalización es uno de los vectores principales que abre nuevas oportunidades.

¿Han notado un cambio en el tipo de consultas que les llegan desde las empresas en cuestión de financiación o iniciativas?

Podríamos hablar de tres fases. La primera de ellas, la que vivimos con el confinamiento estricto en el estado de alarma, fue la necesidad de liquidez de aquellas empresas que necesitaban cubrir la interrupción, en muchos casos absoluta, de sus flujos de ingresos y poder así hacer frente a sus pagos. En una segunda fase, una vez que las empresas volvieron a la actividad, su necesidad ha sido de financiación de circulante ‘recurrente’, asociado a la revitalización de sus ventas, periodo en el que podemos decir que todavía nos encontramos. Y tendremos una tercera fase, que ojalá comience en 2021, en la que la prioridad será la financiación de inversiones. En este sentido, los fondos europeos ‘Next Generation’ están llamados a desempeñar un papel de motor en la recuperación del PIB y de la inversión en nuestro país.

Cómo resumiría el momento en que se encuentra el sector empresarial aragonés.

Resiliencia es la palabra que lo define más fielmente. Las empresas aragonesas han demostrado una abnegada capacidad de resistir y de luchar por la supervivencia tras las sucesivas olas de la pandemia en nuestra Comunidad. Los empresarios y los trabajadores están dando un magnífico ejemplo de adaptación e incluso, en muchos casos, están aprovechando estas oportunidades que comentaba anteriormente para poner en marcha nuevos proyectos o líneas de negocio e incrementar su facturación.

En materia tecnológica, el coronavirus ha tenido un impacto positivo ya que ha supuesto un avance enorme en muy poco tiempo. ¿Cómo ha beneficiado a la digitalización en el sector financiero?

Esta situación ha acelerado la necesidad de utilización por parte de los clientes del banco de los servicios no presenciales y de los activos digitales, a pesar de haber mantenido abiertas nuestras oficinas, casi al 100% incluso durante el estado de alarma. El impulso del proceso de digitalización que ya veníamos realizando en los últimos años nos ha permitido responder con calidad y eficiencia a la mayor demanda de atención no presencial: el 52% de los clientes han utilizado los activos digitales del banco en el último trimestre y el 77% de las transacciones ya se realizan a través de estos canales no presenciales. Además, en los seis primeros meses del año, los usuarios de la app de banca móvil han aumentado un 16,4%, hasta los 485.000 y los de Ibercaja Pay un 94%, hasta los 165.000.

¿Cree que las compañías que han sabido adaptarse o reinventarse saldrán reforzadas de esta crisis?

Desde luego que sí. Estoy seguro de que estas empresas, como las que hoy estamos reconociendo en estos premios, tienen por delante un futuro muy prometedor, gracias precisamente a esta capacidad de resiliencia, adaptación y reinvención. Esta experiencia les ha proporcionado también una gran dosis de confianza en ellas mismas, en su capacidad de hacer frente a las dificultades, que seguramente les ayudará a acometer con mayor decisión nuevos proyectos y retos.

¿Cuál es su previsión para el próximo año?

Preveo y deseo que esté disponible y generalizada la vacuna que propicie un punto de inflexión en esta pandemia, de forma que la situación sanitaria comience una senda de normalización. Esta será la mejor noticia también para que la recuperación económica que todos los expertos anticipan para 2021 sea de mayor solidez y alcance, de forma que también en las vertientes empresarial y laboral podamos ir retomando la normalidad perdida por la Covid-19.